San Martín nos aproxima así a los denominados hiposexuados: personas con una orientación sexual determinada –pueden ser homo, hetero o bisexuales–, pero que tienen bajo mínimos su deseo, y por tanto, apenas se masturban o hacen el amor. En algunos casos, esta tendencia puede obedecer a algún trastorno orgánico (hipogonadismo, déficit en la producción de testosterona, uso de drogas o fármacos que producen castración química…); pero en la mayoría, señala San Martín, es un abandono progresivo: “Puede que vivamos mucho tiempo sin actividad sexual. Un proceso psicológico u orgánico te va llevando a un estado de deseo sexual subliminado, desaparecido”.
Redacción QUO
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…
El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino que está desapareciendo poco a poco de…
Un delfín solitario del Mar Báltico ha sido grabado hablando solo, lo que lleva a…
Un nuevo estudio traza una espectacular explosión de 100 millones de años en las señales…
Durante la llamada Crisis de Salinidad del Messiniense, el nivel del mar Mediterráneo era alrededor…
Ya sea rojizo, cobrizo o anaranjado, el cabello rojo seguirá formando parte de nuestra diversidad…