Nuestro rostro dice sobre nosotros mucho más de lo que creemos. De hecho, una nueva investigación realizada por especialistas de la Universidad de Toronto, afirma que puede revelar incluso si una persona es rica o pobre.
Los investigadores realizaron un experimento con voluntarios a los que dividieron en dos grupos. Los integrantes del primer ganaban menos de 60 mil euros anuales, y los del segundo, más de 100 mil. Luego, un tercer grupo trató de evaluar examinando sus caras su nivel socioeconómico. Y los resultados obtenidos revelaron un 60% de éxito.
Los autores del estudio explican que para ser capaz de averiguar la posición social de una persona hay que examinar rostros con expresiones neutras, que no sonrían ni expresen tristeza, enfado o miedo. ¿Pero cuáles son las señales que delatan esa información?
Los investigadores creen que las personas tenemos una especie de «máscara emocional» que se forma hasta los veinte años, en el que lo que hemos vivido deja marcas en nuestro rostro. O, lo que es lo mismo, si hemos tenido una infancia y adolescencia feliz, eso queda reflejado en la cara. Paralelamente, las personas seríamos capaces de captar inconscientemente esas señales e interpretarlas. Así, la felicidad suele relacionarse con el bienestar, y podría ser un indicativo de que esa persona se ha criado en un ambiente de clase acomodada.
Tal y como advierten los autores del estudio, no es un método fiable al cien por cien, pero si es un indicio de que nuestros rostros transmiten más información de la que creemos, y que eso puede afectar a nuestras vidas.
Fuente: ScienceDaily.
Vicente Fernández López
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