SER HUMANO

Esta tablilla de barro era un contrato prematrimonial de hace 4.000 años

En 1948 se descubrieron más de 25.000 tablillas cuneiformes en el yacimiento de Kültepe-Kanesh, en Turquía. Entre ellas estaba la que aquí nos ocupa, y han sido necesarios 69 años para que por fin sepamos cual es su contenido. Un equipo de investigadores ha descifrado su significado y aseguran que se trata de un contrato matrimonial de hace 4.000 años.

Este tipo de documentos eran habituales en la cultura Mesopotámica, pero lo que hace tan especial a este en concreto, es que describe el que podría considerarse el primer caso de maternidad subrogada conocido. El contrato especifica que, en caso de infertilidad de la esposa, el marido podría recurrir a los servicios de una esclava o una prostituta sagrada para que le diera un descendiente. El bebé sería el heredero legítimo de la familia, y la mujer que prestó el servicio de engendrarlo recibiría a cambio la libertad o una cuantiosa donación.

El documento especifica que la madre biológica debería de ser una esclava o una hieródula, nombre con el que se conocía a las sacerdotisas babilónicas que practicaban la prostitución con fines sagrados en algunos templos, especialmente los consagrados a la diosa Ishtar. Los fieles que acudían a rogar por sus cosechas o por su ganado, tenían que mantener relaciones con la hieródula. Por supuesto, era un coito sometido a un estricto ritual que lo diferenciaba de los encuentros amatorios habituales. A cambio, el fiel tenía que hacer una generosa donación al templo.

Como ya hemos dicho, los contratos matrimoniales eran algo habitual en la cultura mesopotámica. Se formalizaban en un documento escrito en una tablilla de barro como esta, y se formalizaba en presencia de testigos. En ellos se especificaba, por ejemplo, la cantidad de dinero que debía recibir la esposa en caso de ser repudiada, y se especificaban sus derechos y obligaciones.

Parece ser que la ley sumeria admitía que las esposas podían actuar como testigos en la firma de contratos, y que eran propietarias de sus bienes. Pero también las condenaba a ser repudiadas por causa de la infertilidad, o a terribles castigos en caso de ser infieles.

En cuanto al marido, estos contratos establecían que estaban obligados a devolver a su esposa la dote que habían entregado (y que recibía el nombre de tirkhatum), en caso de ser repudiadas.

Vicente Fernández López

Vicente Fernández López

Noticias recientes

¿Eres de Mozart, de Bach o de jazz? Hay una explicación matemática

La clave está en cuánto somos capaces de predecir de la pieza, y hasta qué…

7 horas hace

El cambio climático y la contaminación atmosférica podrían causar 30 millones de muertes al año de aquí a 2100

Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…

1 día hace

Descubierto un compuesto natural que suprime el apetito en el cerebro

Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…

1 día hace

La amenaza de los microplásticos: la gran mancha de basura del Pacífico es peor de lo que se esperaba

Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…

1 día hace

Una nueva teoría revela qué forma tienen los fotones

Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…

2 días hace

Dar clase en la naturaleza ayuda a niños con problemas de salud mental

Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…

3 días hace