La lotería fue implantada en 1763 por el marqués de Esquilache, durante el reinado de Carlos III. Pero el sorteo especial de la Lotería de la Navidad no apareció hasta 1812. Se celebró el 18 de diciembre de aquel año, el número premiado fue el 03.604, y el ganador se llevó ocho mil pesetas de las de entonces. Desde aquel histórico momento, el sorteo navideño de la lotería nunca ha dejado de realizarse. Y se dio incluso el caso de que hubo un año en el que llegaron a celebrarse dos de forma simultánea en el mismo día. Ese año fue 1938.
Se calcula que en 1936, el año en el que estalló la guerra civil española, la recaudación por las ventas de la lotería suponían el 1% del producto interior bruto del país. Durante la contienda, el sorteo oficial de la lotería se siguió celebrando en la zona republicana. Aunque, tradicionalmente, Madrid era la ciudad en la que se celebraba el evento, el temor a que la ciudad pudiera caer en los primeros meses de la guerra, llevó al gobierno a trasladar el sorteo valencia. Y, al año siguiente, volverían a trasladarlo, esta vez a Barcelona.
Respecto al bando franquista, también comenzó a realizar sorteos de lotería casi desde el mismo comienzo de la guerra. Pero no seguían una periodicidad fija, y no existía una sorteo de Navidad propiamente dicho. Aunque eso cambió al llegar 1938.
El 22 de diciembre de ese año, el bando republicano celebró su sorteo en Barcelona, y el franquista hizo lo propio en Burgos. En el primero, el número premiado fue el 22.655. Y en el segundo, 36.758.
El último sorteo de la lotería ordinaria del bando republicano se celebró en Barcelona el 21 de enero, tan solo unos días antes de que los sublevados conquistaran la ciudad. Los premios nunca llegaron a publicarse y, según se cuenta, tampoco a cobrarse. Terminada la guerra, el sorteo navideño volvería a su sede habitual, la ciudad de Madrid.