INGREDIENTES

•Dos litros de nitrógeno líquido, a 196 grados bajo cero

•Zumo, líquido dulce (un sirope sirve muy bien) o yogur

•Un bol de acero inoxidable

•Una cuchara de madera

•Guantes, delantales y otras barreras protectoras

Debes seguir los siguientes pasos. Vierte el líquido en el bol y echa el nitrógeno líquido, removiendo con la cuchara de madera.

En unos minutos, el nitrógeno habrá vuelto a la atmósfera y en el bol tendremos un finísimo helado.

El nitrógeno es sencillo de obtener en muchos laboratorios, y recientemente también en tiendas de suministros de cocina.

Pese a las películas, el nitrógeno no es tan peligroso, y unas cuantas gotas derramadas no causan daño si tienes cuidado.

Redacción QUO