Alicia en el país de las Maravillas de Tim Burton

Helena Bonham-Carter, novia de Tim Burton, ha prestado sus rasgos físicos para crear por infografía la imagen de la Reina de Corazones.

Maya Waieskaya es el juvenil y sensual rostro que Tim Burton ha escogido para encarnar a una Alicia, más crecidita y carnal que la del relato de Lewis Carroll.

Alicia en el país d elas maravillas, se suma a esa lista de películas que, como Mary Poppins o ¿Quien engañó a Roger Rabbitt?, mezclan personajes reales con otros creados mediante técnicas de animación.

La caracterización de los personajes de los gemelos Tweedledee y Tweedledum es realmente sorprendente. Si en la versión de Disney tenían un aire más circense y burlón, en la de Burton son dos seres obesos y de aire amenazante.

Si ya en su versión plana las imágenes de la película son realmente espectaculares, en su pase tridimensional será el no va más. La textura de cada fotograma, los colores, los volúmenes, todo ha sido cuidado hasta el más mínimo detalle para conseguir un resultado sorprendente.

Siempre se ha insinuado que la obra de Lewis Carroll contenía unas notables dosis de erotismo subterráneo. Burton las ha hecho más evidentes, con una Alicia sexy, lo que le ha obligado a escoger una actriz adolescente y no infantil. Por eso los puristas de la obra literaria le han puesto a la película el mismo reparo que en su momento se le reprochó a la Lolita de Stanley Kubrick, haber aumentado la edad del personaje.

El personaje del caracol tiene los rasgos del actor británico Alan Rickman, conocido por sus trabajos en filmes como Robin Hood, el príncipe de los ladrones y La jungla de cristal.

Como si fuese el famoso cuadro de Da Vinci, los principales personajes del filmes se reúnen en torno a una mesa para merendar. Preside el evento, el Sombrerero Loco, carismático personaje interpretado por el excéntrico y excelente Johnny Deep.

La historia comienza cuando la joven Alicia se asoma a un agujero que la traslada a un mundo imposible e impensable.

Al margen de los significados simbólicos y matemáticos que encierra la novela de Lewis Carroll, la abundancia de personajes entrañables, como esta ratita, hará las delicias de los espectadores infantiles.

Para crear la imagen del Gato de Cheshire, Tim Burton y su equipo se apartaron de la estética de la versión de Disney y se inspiraron en Gardfield, el célebre felino de las historietas.