Chocolates bicolores que se funden. Frutas que sudan jugos. Carnes sabrosonas que brillan al trasluz. Verduras húmedas que provocan. Ambientes en semitono. Olores especiales que se intuyen. Connotaciones de lujuria. Todo eso y más es lo que podemos ver desde el 14 de marzo en la Casa de los Capitanes de La Laguna (Tenerife). La exposición, bajo el título «Del Bodegón al Porn Food«, recoge una estética de la fotografía gastronómica mucho más excitante y subida de tono que los libros de cocina de antaño.

El food porntérmino procedente de la lengua anglosajona, usa las imágenes como si de una película porno se tratase: códigos visuales utilizados en el Cine X que generan una revolución en la forma de mostrar la gastronomía: se pasa del bodegón y el plano cenital de los platos en los que el estilismo brillaba por su ausencia, a una fotografía artística del primer plano que muestran la sensualidad de la piel de un melocotón, el gancho que atraviesa una loncha o ese líquido que escapa desde el vértice de un timbal de chocolate blanco.

Gracias a los encuadres utilizados, ayudados por las siempre agradecidas tecnologías digitales, los fotógrafos gastronómicos han encontrado una nueva forma de expresión en la que los alimentos se convierten en oscuro objeto de deseo. La técnica del cine porno es hoy utilizada en la fotografía gastronómica, aportando además de un alto contenido erótico, unas nuevas lineas de expresión que ya son un boom en países como EEUU, posesor de al menos un ciento de canales de cocina (o más).

Esta técnica, ya era usada por la industria alimenticia, sobre todo aquella dedicada a postres, helados y alimentos hipercalóricos. Sus «extra-calorías» deben ser ocultadas bajo la textura de un chocolate que promete mucho más que un buen sabor… y que aproxima la experiencia a una provocadora experiencia sexual en toda regla.

En la exposición se muestran un total de 50 fotografías pertenecientes a 14 fotógrafos españoles distintos. Entre ellos, cabe destacar a Francesc Guillamet (quién suele trabajar con El Bulli), Paco Roncero (Casino de Madrid), Mikel Alonso (Arzak) o Sacha Hormaechea.

La exposición tiene como fecha de finalización el 20 de marzo, pero según sus organizadores gracias al éxito de la misma, ésta se ampliará algunos días más. Eso sí, la nata, ya la pones tú.

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Vino joven

Por Álvaro Fernández.- «Al relatar, al contar los acontecimientos que desordenadamente se suceden, los ordeno y los convierto en memoria y eso hace que sea más consciente, más protagonista de mi propia vida.»

El huevo

Por Félix Soriano.- «La fotografía gastronómica es un placer para los sentidos».

Blanco chocolate

Por Francesc Guillamet.- «La fotografía consiste en colocar una serie de rayas y de líneas en armonía dentro de un rectángulo o un cuadrado con la complicidad de la luz».

Picante…

Por Francesc Guillamet.

Guillamet es el fotógrafo de la evolución de elBulli, el restaurante que ha liderado una revolución gastronómica mundial de la mano de su jefe de cocina Ferran Adrià. Desde 1992, codifica la cocina de este genio de los fogones a través de un punto de vista artístico imbutido de hiperrealismo y abstracción.

Sensaciones…

Vino y más…

Por Guillermo Navarro.- «Degustar el color, oler la textura, comer la luz, beber las formas».

Carne con gancho

Por Guillermo Navarro.- Este madrieño del 74, trabajó para el fotógrafo Luis de Pazos un par de años (96-98). También formó parte de la plantilla de colaboradores de la Agencia Cover. En Nueva York, trabajó para la agencia World Picture Network (WPN) y el International Center of Photography (ICP).

Por Jacobo Gavira.- «La relación entre gastronomía y plástica es ‘bualler’ y erotizante. Lo que se representa, no se puede comer (imagen) se observa y ha de despertar todo nuestro apetito mental, nuestra curiosidad, ha de provocar apetito visual».

Luz

Por Luis de Pazos.- “Somos los que cocinamos con la luz”.

Manzanas…

Por Matías Pérez.- «Anhelo traspasar la fotografía para convertirla en magia gastronómica».

Formas

Por Mikel Alonso.- «Comer con los ojos».

¿Azafrán?

Por Mikel Alonso.- Ha ilustrado los libros de Karlos Arguiñano, Arzak, Dani García, Sergio Azagra, Xabi Gutiérrez… Sus publicaciones, más de 50 libros, le han llevado a obtener premios tales como el «Premio Nacional de Gastronomía». Cuenta también con el ‘Goumand’ al mejor libro de fotografía gastronómica (por Cocinar lo menos posible).

Vaya curvas… tiene ese ajo

Cóctel Campari

Por Paco Roncero.- «La fotografía permite palpar las texturas de cada ingrediente».

Por Roberto Gómez.- «Un elemento comestible provoca un sentimiento, ejerce una atracción, inspira un deseo, seduce, se transforma y, a veces, entra en un juego sugerente de atribuciones humanas».

Por Roberto Gómez.- Aficionado a la fotografía desde hace 35 años. Ha publicado sus trabajos en revistas de gastronomía y vinos como Sobremesa, Viajar, Vino y Gastronomía, Vivir el vino, Fuera de serie (Expansión) y LNMV (Zeta). Es autor de la fotografía del Libro del Aceite de Castilla La Mancha, Libro de los ajos de Castilla La Mancha y Libro del Vino.

Sus obras se han expuesto en Photoespaña (Madrid) así como en muestras individuales y colectivas en Francia y el País Vasco, entre otros lugares.

Pulpos y calamares jareados

Por Roger Méndez.- «Jugar con texturas, luz y color… para evocar sabores».

¿Bodegón?

Por Sacha Hormaechea.- «Los fotógrafos gastronómicos somos el cruce de caminos entre la mirada del cocinero y la mirada del comensal».

Texturas… sabores… colores…

Por Sacha Hormaechea.- Comenzó a trabajar como fotógrafo en la revista Cambio 16 en 1977 y colaborando con diversas revistas como Tiempo, Época, El País y Diario 16. A partir de los años 80, compagina su trabajo como fotógrafo para medios de comunicación y editoriales, con su carrera como fotógrafo cinematográfico. Sus publicaciones se han publciado en varias revistas como Vino y Gastronomía o Gourmets.

Actualmente trabaja como fotógrafo independiente y su labor ha sido distinguida con el premio «Conde de los Andes» de la Real Academia de Gastronomía.

Con marca

Por Yayo Galiana.- «Yo entiendo la fotografía gastronómica como una mirada curiosa en un mundo lleno de posibilidades, un plato. Un plato es un universo».

Espeso y suave

Por Yayo Galiana.- «Me encanta ir de la mano del cocinero cuando lo miro a través del objetivo y me encanta cuando le digo, mira esa esquina, ostras, ¿y eso? y él se asombra conmigo».

Yayo nació en Donostia en 1956. Es fotógrafo especializado en gastronomía, además de director y productor de programas de cocina para TV.