Está a punto de cumplirse un siglo del inicio de la llamada Gran Guerra. Por ese motivo te mostramos esta selección de impactantes fotos de aquel sangriento conflicto.
El primer tanque del mundo
Se llamaba Mark I y era de fabricación británica. Entró en combate en 1916 en la batalla del Somme. Pese al aspecto jovial de los soldados que viajaban sobre él, en su interior la atmósfera era un infierno. El aire estaba viciado por los gases y la alta temperatura, que alcanzaba a veces los 50ºC.
La marcha de los hombres al frente hizo que las fábricas se llenaran de mano de obra femenina. En EEUU e Inglaterra se estima que el 40% de los trabajadores de la industria armamentística eran mujeres. En esta foto vemos a un grupo de inglesas en una factoría de obuses.
La guerra de trincheras se prolongó durante dos años. Los contendientes pasaban meses en el frente sin visitar la retaguardia, sufriendo las inclemencias del tiempo y los rigores del combate. Los soldados se veían obligados a usar cualquier recurso para paliar el hambre y el frío. Este francés se fabricó una pelliza de piel de oveja que se colocaba sobre el uniforme para mantenerse abrigado.
La guerra del 14 fue el campo de prueba de accesorios bélicos realmente absurdos. Este soldado francés lleva un casco con una cortina antimetralla formada por cadenas. El problema era que le dejaba sin visión.
Las primitivas máscaras antigás eran una especie de escafandras de lona y vidrio que lucían un aire grotesco. Las que usaban estos marinos austríacos en 1916 se asemejaban a las que suelen verse en el Carnaval de Venecia.
Un miembro del equipo de Guerra Química del Ejército de EEUU durante unas maniobras con bombas de gas. Y el caballo que monta también va equipado con su correspondiente máscara protectora.
Como si fueran guerreros medievales, los combatientes alemanes al principio de la guerra iban equipados con corazas (antecesoras de los chalecos antibalas), para protegerles de la metralla. Además, durante los bombardeos se cubrían los ojos con unos antifaces metálicos muy poco prácticos, ya que limitaban su campo de visión.
Fue la primera guerra en la que se produjeron combates aéreos. Hasta 1916, los pilotos tenían que arrojar las bombas manualmente contra sus objetivos. Y a veces tiraban incluso piedras y ladrillos contra las tropas enemigas.
¿Ahora me ves o no me ves?
Un soldado alemán muestra en 1915 un primitivo modelo de uniforme de camuflaje. En blanco y negro, servía para fundirse con la vegetación del bosque. Mucho ha evolucionado la tecnología militar desde entonces hasta los actuales uniformes pixelados