Los datos resultan sorprendentes; pocos estudios han provocado una duda razonable tan curiosa. Su responsable, Jesús Montesinos, director de Investigación e Innovación de la Fundación Althaia-Xarxa Asistencial Universitaria de Manresa, se encontró de pronto con que el número de nacimientos en Cataluña se disparó en febrero de 2010. Hablamos de 9 meses después del gol de Iniesta frente al Chelsea, en el campo de Stamford Bridge, y que dio el pase al Barça para jugar la final de Roma.
En concreto, tuvieron lugar 210 nacimientos tras aquel tanto, cuando la media se situaba sobre los 180 nacimientos, lo que significaba un incremento del 16%. “Me animé a realizar este estudio”, asegura Jesús Montesinos a Quo, “porque yo no me podía creer que la natalidad aumentara en Cataluña un 45% tras el otro gol que marcó Iniesta, el de la final de Roma, tal como aseguraba una encuesta realizada por la cadena COM Ràdio. Además, era una información que después se plasmó en un cromo, y aquello estaba poco contrastado. Por tanto, consideré oportuno realizar un estudio que, mediante una metodología adecuada, descartara o confirmara este aumento de la natalidad”, añade Jesús Montesinos.
El doctor delimitó su campo de estudio a las comarcas catalanas del Bages y el Solsonés –una zona de 200.000 habitantes– porque allí se ubica el hospital en el que trabaja. Montesinos se fijó en los meses de febrero y marzo de 2010, y los comparó con los 11.000 nacimientos producidos en el hospital de Manresa entre 2007 y 2011. La información la compartió con el equipo del Departamento de Estadística e Investigación Operativa de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). “Vimos que en febrero de 2010 la natalidad aumentaba un 16%, y al mes siguiente, el incremento se mantenía en un 11%”, añade Montesinos. “Y aquí surge una posible interpretación: el hecho de pensar que el estado de euforia generado en aquel momento por las seis copas logradas por el Barça pudiera llegar a contribuir al alza de la natalidad”, sostiene Jesús Montesinos.
Un columpio demográfico
Conviene dejar claro que dicho estudio no pretende demostrar una posible relación de causa-efecto entre la capacidad goleadora de Iniesta y la del resto de la población a la hora de procrear, pero sí quiere sumarse a una reflexión que consiste en saber cómo determinados acontecimientos deportivos o de carácter social afectan a nuestros sentimientos. De hecho, este estudio concluye que “las emociones humanas a gran escala pueden provocar columpios demográficos en las poblaciones” y “contribuir a una mejor comprensión de la conducta humana, mejorar la planificación de la salud, e incluso ayudar a los responsables políticos del gobierno para estimular o reducir las tasas de natalidad”. El doctor Narcís Macià, responsable de documentación e información clínica de la Fundación Althaia-Xarxa Asistencial Universitaria de Manresa, fue la persona que inspiró este estudio. Cuando escuchó la encuesta de la COM Ràdio, a principios de 2010, no lo podía creer. Al parecer, la cadena radiofónica catalana preguntó en cuatro hospitales y una clínica de Barcelona. Según este medio, el número de partos había aumentado un 45% en la capital catalana gracias, sobre todo, a la goleada del Barça en el Santiago Bernabéu –el 2-6 fue el 2 de mayo de 2009– y al gol en el último instante de Andrés Iniesta ante el Chelsea –el 6 de mayo– que clasificó al equipo de Guardiola para la final de Roma frente al Manchester United. Preguntaron a la supervisora de partos de la Clínica Quirón, Mercedes Rodríguez. Decía que “podía confirmar que los partos han aumentado esta semana, de los nueve o diez que se atienden habitualmente, a los 14 o 15 que tenemos ahora”.
¿Son unos máquinas los culés?
Lo mismo dijo el ginecólogo Josep Maria Flores. “Yo, que soy culé, puedo confirmar el dato. En efecto, una gran mayoría de los 42 partos que tengo programados para este mes de febrero se está produciendo esta semana”. En rueda de prensa, se le planteó la cuestión incluso a Josep Guardiola, quien la recibió con humor. Sobre el supuesto baby boom, el técnico blaugrana soltó un breve: “Somos unos máquinas”. “Después de un análisis visual primario, planteamos nuestra hipótesis de trabajo. ¿En febrero de 2010, nueve meses después de la Champions, el repunte de la natalidad es atribuible a un fenómeno casual o no?”, dice José Antonio González, miembro del equipo de la UPC. Cuando se encontraron con el ya mencionado 16% de incremento de la natalidad en las comarcas del Bages y el Solsonés, consideraron poco probable que este dato fuera fruto de la casualidad, pero tampoco lo vincularon al gol de Iniesta contra el Chelsea ni a la victoria en la final de la Champions contra el Manchester United. “Es un argumento tentador, yo me he reído mucho pensando en esta posibilidad. De hecho, analizamos la misma secuencia de nacimientos, de 2007 a 2011, para ver si el fenómeno se confirmaba en Barcelona. Descubrimos que el aumento de la natalidad no llegaba al 1%”, observa José Antonio González.
Este dato también lo confirman en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. “Si realmente se hubiera producido un incremento del 16%, nosotros lo habríamos notado y habríamos adaptado nuestros recursos. No ocurrió tal cosa”, señalan fuentes del hospital. Como tampoco ocurrió en el pueblo de Andrés Iniesta, Fuentealbilla (Albacete).
Iniesta no es profeta en su tierra
Según relata el secretario de su Registro Civil, Augusto Arjona: “La media de nacimientos en el pueblo durante los últimos 10 años ha rondado los 15 más o menos. Incluso te puedo decir que nueve meses después de la Eurocopa 2012 no se produjo ningún nacimiento en Fuentealbilla. Así que, si hubo algún efecto sobre la natalidad, fue justo el contrario. Conozco personalmente a Andrés y nunca le he preguntado sobre cómo afectan sus goles a la natalidad”, explica Augusto entre risas. Pero la relevancia de los datos sigue ahí. “Sobre todo en un contexto de crisis, que implica una tendencia a la baja en el número de nacimientos”, comenta Narcís Macià.
Lo sorprendente de la naturaleza humana es que no solo en tiempo de fiesta celebramos la vida y aumenta, nueve meses después, la tasa de natalidad, también en los momentos amargos (véase el recuadro) los nacimientos se disparan, seguramente como una estrategia que sirve para confirmar que, pese al horror experimentado, la vida sigue su marcha. Producto del azar o de un misterio digno del programa Cuarto milenio, hasta un cromo puede servir de fuente de inspiración de los razonamientos más serios fruto de la observación, la misma capacidad de observación que demuestra Iniesta sobre el terreno de juego.
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