Francis Ford Coppola es el personaje galardonado este año con el Premio Princesa de Asturias de las Artes. Un galardón de sobra merecido ya que nadie puede dudar a estas alturas de que ha sido uno de los grandes creadores del cine norteamericano de los años 70 , aunque su filmografía posterior, sin ser despreciable, no haya estado a la altura de sus títulos más míticos.
Prácticamente todo el mundo ha visto sus grandes obras maestras: la trilogía de El padrino y Apocalipsis now. Pero Coppola ha dirigido otros muchso títulos que merecen ser rescatados del olvido. Por eso, aquí repasamos algunas de sus películas menos conocidas y que, por diversos motivos, merece la pena ver.
Llueve sobre mi corazón (1968)
Esta fue la primera película de Coppola que llamó la atención de la crítica. Se trata de un drama sensible en forma de road movie, que narra el viaje sin destino a través de la América profunda, de una divorciada sin muchas esperanzas vitales (Shirley Knigth) y un joven retrasado mental (interpretado por James Caan).
Una de sus últimas películas, que ni siquiera llegó a estrenarse en España. Un extraño cuento de horror gótico sobre un escritor en pleno declive (Val Kilmer) que investiga los crímenes de un asesino en serie en un pequeño pueblo, ayudado por el fantasma de una peculiar niña.
Aunque no sea una de sus películas más conocidas, esta es sin duda otra de sus grandes obras maestras. Un filme de género negro influenciado por el escándalo Watergate. Gene Hackman es un detective privado especializado en colocar micrófonos que, progresivamente, se va convirtiendo en un paranoico que cree que él también está siendo espiado por los mismos que le han contratado.
La conversación es una película obsesiva y desesperanzada que merece ser recuperada.
Jardines de piedra (1988)
Una de las películas menos comprendidas de su autor. Un drama que narra la guerra de Vietnam desde la retaguardia, a través de la mirada de un veterano sargento (James Caan de nuevo) que dirige uno de los pelotones funerarios del cementerio militar de Arlington.
En el momento de su estreno fue tachada de patriotera, un calificativo que a mi juicio resulta injusto, ya que el mensaje de la película va en la dirección opuesta. Es un filme que merece ser redescubierto.
El valle del arco iris (1968)
En 1984, Coppola se arruinó rodando un musical titulado Corazonada que, con el paso de los años, se ha convertido en un icono estético de aquella década.
Pero, muchos años antes, el director ya había rodado su primer musical. Por supuesto no podía ser un musical convencional. Coppola realizó un filme que pretendía fusionar el legado clásico del género (y, por eso contrató a Fred Astaire como protagonista), con lo que en aquella época se consideraba moderno y revolucionario.
El valle del arco iris es un cuento con chicas soñadoras y gnomos y duendes, pero que encierra también un mensaje político, personificado en ese capitalista racista (encarnado por el gran Keenan Wynn) que pretende arrasar el valle en el que transcurre la trama, y al que los gnomos castigan transformándolo en negro.
Este filme fue el debut oficial del gran director. Anteriormente había codirigido algunos filmes de bajo presupuesto, pero su nombre no apareció finalmente en los títulos de créditos.
La primera película oficial de Coppola fue un filme de terror de serie B clamanente inspirado en Psicosis. Hasta el punto de que copiaba el recurso de matar a la supuesta protagonista femenina a los quince minutos , tal y cómo había hecho Hitchcock.
Rodada en blanco y negro y filmada en Inglaterra, es un filme pequeño pero simpático, con una escena de impacto que sigue llamando la atención: la del asesinato a hachazos de la chica que emerge del lago en el que ha estado buceando.