Los aficionados al cine fantástico estamos de luto. Pero más allá de su legendario rol del conde Drácula, y de sus papeles de Saruman en la trilogía de El señor de los anillos, y del Conde Dooku en la de Star Wars, la filmografía de Christopher Lee está llena de películas memorables. Vamos a recordar aquí diez de las menos conocidas.

Las novias de Fu-Manchu (1966)

Tras Warner Orland y Boris Karloff, Christopher Lee fue el tercer actor que encarnó al chino más perverso de todos los tiempos, creado por el novelista Sax Rohmer.

Lee dio vida al malvado amarillo en seis películas (las tres últimas dirigidas por Jesús Franco). Pero la mejor de todas fue ésta, producida por la Hammer. Todo un auténtico festival de «delicias orientales», que incluyen bizarras cámaras de tortura, damiselas hipnotizadas para que se arrojen a un pozo lleno de cobras, dacoits asesinos… En fin, ya no se hacen películas como ésta.

La novia del diablo (1969)

Christopher Lee no siempre fue el malo de la función. En ocasiones también hizo de héroe, como en esta magnífica película de terror satánico dirigida por el maestro Terence Fisher, y con un guión escrito ni más ni menos que por el novelista Richard Matheson.

Lee interpreta al elegante marqués de Richlieu, un sobrio e inteligente aristócrata versado en el ocultismo, que tendrá que enfrentarse a una conspiración de tintes diabólicos que pretende lograr que el mismísimo Satanás regrese reencarnado a nuestro mundo.

La escena cumbre, con los protagonistas, atrincherados en un hexágono mágico, mientras son acechados por un jinete diabólico, es sencillamente memorable.

El hombre de la pistola de oro (1973)

El elegante actor fue uno de los mejores villanos a los que se ha enfrentado James Bond (en este caso, encarnado por Roger Moore).

Lee era Scaramanga, el mejor asesino a sueldo del mundo, cuya arma preferida es una pistola fabricada con oro, y cuyo signo físico mas peculiar es que posee tres pezones. Scaramanga vivía en una paradisíaca isla de la costa tailandesa, y tenía como ayudante a Hervé Villechaize, el actor acondroplásico que alcanzó fama mundial por su imitación de Felipe González en un añejo programa televisivo de Javier Gurruchaga.

Pero Bond es mucho Bond, y ni siquiera Christopher Lee y el enano pudieron con él.

La vida privada de Sherlock Holmes (1970)

Según palabras del propio Sherlock Holmes, solo hay una persona en el mundo cuya inteligencia sea equiparable a la suya. Su hermano Mycroft. Y Crhistopher Lee fue quien interpretó al hermano del mítico detective en La vida privada de Sherlock Holmes, una auténtica delicia dirigida por Billy Wilder.

Mycroft Holmes trabaja para una extraña organización llamada Club Diógenes. Su hermano Sherlock siempre ha creído que es una tapadera del Foreign Office, algo que Mycroft niega repetidamente, provocando que aquel le replique con sutil ironía: «Claro, por eso cada vez que hay una revuelta en la frontera del Tíbet, aparece casualmente una expedición del club Diógenes buscando al abominable hombre de las nieves».

En este filme, Sherlock Holmes investiga el misterio del monstruo del Lago Ness, que resulta ser un prototipo de submarino que Mycroft y sus colegas del Diógenes están probando en el lago escocés. No les cuento más. Tan solo les recomiendo que no se la pierdan.

Rasputín (1966)

No se me ocurre otro actor más adecuado que Christopher Lee para intertpretar al célebre monje ruso. Fisicamente son idénticos. Lo que ocurre es que esta película, aunque muy entretenida, no es demasiado rigurosa con los hechos históricos. De hecho, más bien parece un filme de terror, ya que este Rasputín fílmico se comporta casi como si fuera un vampiro (ruso, eso sí) que hechiza a sus víctimas con su encanto diabólico. Si se ve la película desde esa perspectiva pues, la verdad, es que tiene su punto.

La frusta e il corpo (1963)

Una de las joyas del cine fantástico italiano, dirigida por el gran Mario Bava. Es una historia de deseo y venzanga más allá de la tumba, teñida con inequívocos tintes sadomasoquistas. Christopher Lee es un amante despechado que vuelve del más allá para atormentar a su antigua novia, Daliah Lavi, que le abandonó para casarse con su hermano. Un filme delirante y arrebatador.

Pánico en el Transiberiano (1972)

Otra de miedo pero en este caso, y aunque por su apariencia parezca lo contrario, española. Dirigida por Eugenio Martin, Pánico en el Transiberiano es una estupenda película que imita muy bien el esitlo elegante y cosmopolita de los filmes que la Hammer rodaba en aquella época. Incluso se contrató a los dos actores que eran las máximas estrellas de la productora inglesa, Christopher Lee y Peter Cushing.

Los dos actores británicos encarnan a un arqueólogo y un científico que viajan en el famoso ferrocarril ruso a principios del siglo XX. El tren transporta una caja con una asombroa reliquia: una momia congelada encontrada en Siberia. Momia que resulta ser una especie de vampiro que desangra a sus víctimas por los ojos y que sembrará el caos en el tren, hasta que nuestros dos protagonistas le paren los pies.

El filme no reparó en gastos, y prueba de ello es su reparto, que incluye también a Telly Savallas en un memorable papel de cosaco, y su lujosa ambientación. Cantan un poco las maquetas de un Ibertren recorriendo la estepa rusa, pero todo es tan entrañable en esta película, que se le perdonan esos pequeños defectos.

La aportación española al casting la ponen Silvia Tortosa y Alberto de Mendoza, inolvidable como pope diabólico.

Vampir-cuadecuc (1970)

Vale, ya se que había dicho que no iba a incluir ninguna de sus películas de Drácula y, en esta, técnicamente interpreta al legendario vampiro. Pero es que Vampir-cuadecuc es cualquier cosa salvo una película más sobre Drácula.

Se podría decir que con esta inclasificable cinta, Pere Portabella, el más vanguardista de nuestros cineastas, inventó el concepto del making off, pero sería quedarse corto. Aprovechando el rodaje de una versión de Drácula filmada en 1970 por otro freak de nuestro cine, Jesús Franco, Portabella, hizo una especie de documental cuya radicalidad va más allá de género, transformando su cinta en una auténtica metáfoma del vampirismo.

Portabella vampiriza literalmente la película de Franco para, sirviéndose de las imágenes tomadas durante el rodaje, crear un filme completamente distinto. Un experimento filmado en blanco y negro y sin diálogos, con excepción de la escena en la que Christopher Lee lee un fragmento de la novela de Bram Stoker.

Operación cocaína. Dark mission (1988)

Christopher Lee trabajó en numerosas ocasiones con Jesús Franco. La última de ellas fue esta cinta de acción donde el actor británico interpretaba a un capo colombiano de la droga. Por supuesto, tratándose de un filme de Franco, la película no está rodada por aquellos lares, sino (según creo) en la Manga del Mar Menor.

El filme es pura serie B, a medio camino entre un James Bond de rebajas y un capítulo hipervitaminado del Equipo A. Pero tiene ese especial y extraño encanto que destilan muchas de las películas de su director.

Yo le tengo especial estima a este filme, especialmente porque su protagonista femenina es Cristina Higueras. En principio, sonaba extraño ver a una prestigiosa actriz de teatro en un filme de estas características, pero la verdad es que afronta su papel con inteligente sentido del humor, contribuyendo a esa sensación de sana diversión que transmite la película.

Hemos hablado con Cristina (quien por cierto, ahora también triunfa como escritora con su segunda novela, El extraño del ayer) para preguntarle como era Christopher Lee, ya que tuvo la ocasión de conocerle y trabajar con él. «Era un hombre cariñoso, cultísimo, y hablaba el español casi perfectamente, entre otros idiomas. Siento de verdad su fallecimiento. Aunque siempre quedarán sus películas, y para mi, además, su recuerdo», nos dijo.

The wicker man (1973)

Christopher Lee afirmaba que de todas las películas que había interpretado esta era su preferida. Y no es de extrañar ya que se trata de uno de los filmes más inclasificables y originales dentro del cine fantástico británico. Película de horror, musical y también drama de personajes… Wicker man escapa a cualquier etiqueta simplificadora.

Su protagonista es un sargento de policía, de firmes creencias cristianas, que es enviado a un remoto pueblecito costero. Allí se entera de la desaparición de una niña de corta edad, e indagando, empieza a descubrir indicios de la pervivencia de un milenario culto pagano: el hombre de paja.

The Wicker man es una película tan negra como triste, con una descorazonadora historia de no-amor entre el taciturno policía y una ninfómana interpretada por Britt Ekland. Christopher Lee (con una peluca un tanto imposible, eso sí) encarna al truculento líder del culto pagano.

No se la pierdan. Es una joya. Y huyan del lamentable remake que protagonizó Nicolas Cage.