Existen cifras de cuantos combatientes occidentales sufren trastornos provocados por la guerra de Irak. Pero no las hay de cuantos iraquíes los padecen. Según Médicos sin Fronteras, las secuelas de la guerra han aumentado los casos relacionados con las enfermedades mentales en un país cuyo sistema sanitario está colapsado. Estas fotos muestran el día a día del principal sanatorio mental de Bagdad, donde la falta de medios impide que sus pacientes reciban los tratamientos adecuados, y obliga a que, cuando sufren una crisis, se les apliquen otros más rudimentarios y agresivos como el confinamiento o las descargas eléctricas.

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