Los mitos están más vivos que nunca, a pesar de que no seamos capaces de reconocerlos. Viven escondidos detrás de cada miedo, anhelo, pasión y enfado que sentimos y, por mucho que el razonamiento (el logos) haya intentado desterrarlos a los infiernos a lo largo de la historia, cada generación ha sido capaz de hacerlos renacer cual ave fénix y adaptarlos al arte, los libros, el cine, los videojuegos…
Una de las principales estructuras míticas que se repiten una y otra vez en la actualidad, ya sea en literatura o en ficción audiovisual, es el conocido como “Viaje del héroe”, al que hace referencia el mitólogo y escritor Joseph Campbell en su libro El héroe de las mil caras (1949). En él, destaca el concepto de “monomito”, una estructura mitológica recurrente en innumerables relatos épicos de diferentes culturas a lo largo de la historia, que siempre ha resurgido del subconsciente humano: “El héroe inicia su aventura desde el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta a las fuerzas fabulosas y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos”. ¿No te resulta reconocible este argumento? El Señor de los Anillos, Matrix, Harry Potter o Star Wars han sido consideradas en numerosos estudios como claros ejemplos de que el mito sigue muy vivo en la actualidad.
Los videojuegos también han traído con éxito a nuestros días las divinidades de la antigua Grecia, algo que se ha hecho palpable en la saga God of War de PlayStation 4. Esta aventura gráfica ha devuelto los mitos al terreno del juego, e incluso se atreve a reinventar a los personajes, mostrando que tienen más facetas y que pueden desarrollarse aún más. De hecho, Kratos, su protagonista, tendrá una segunda vida en tierras nórdicas en el nuevo capítulo de este videojuego.
En él, se deja atrás la visión sanguinaria del personaje para zambullirnos en su faceta protectora como padre de un hijo al que no conocíamos, Atreus, quien acaba de perder a su madre y desconoce su herencia divina. Su aventura épica en la búsqueda de la tranquilidad dentro de un mundo de dioses y héroes nórdicos volverá a situar a Kratos ante la tesitura de sacar lo peor de él en diversas luchas a muerte, con una nueva arma, el hacha de Leviatán, que recuerda al martillo del dios nórdico Thor. El reto será salir victorioso.
El éxito de estas ficciones tiene mucho que ver con la adaptabilidad de los personajes a cada época. Pero, ¿dónde encontramos entonces a los héroes de la actualidad? ¿En quiénes depositamos nuestros anhelos? En el fútbol, la música o incluso en la política podemos ver personas humildes que con su esfuerzo y talento consiguen llegar a lo más alto. Y si pensamos en el futuro, todo girará en torno al mito prometeico: la creación de robots, de seres humanos, de vida… como modernos doctores Frankestein. Así son los nuevos dioses.