SER HUMANO

Las 5 mejores preguntas sobre ciencia de la hija de «Fogonazos»

Antonio Martínez Ron, más conocido como «Fogonazos», es uno de los mas populares divulgadores científicos. Y recientemente ha publicado el libro «Papá, ¿dónde se enchufa el sol?«, en el que recoge algunas de las preguntas sobre diversos temas científicos que le hizo su hija Laura cuando tenía entre cuatro y nueve años. Con esta obra, «Fogonazos» ofrece a los padres una divertida y útil guía para jugar con sus hijos a la vez que satisfacen su insaciable curiosidad.

En esta galería recogemos algunas de las preguntas más curiosas incluidas en el libro.

Papá, ¿por qué no hay planetas cuadrados?

Porque la gravedad los ha moldeado durante millones de años. En objetos tan grandes como los planetas, esa fuerza hace que todo el material se apriete hacia dentro, como cuando tú haces una bola de papel.

Nosotros, papá ¿de qué estamos hechos?

Todo lo que vemos está hecho de átomos, y nosotros también. Muchos se formaron al principio del universo y otros se forman en las estrellas. Los átomos de tu cuerpo estuvieron alguna vez en una estrella que explotó y murió hace millones de años.

¿Por qué echamos humo por la boca?

No es humo, es vaho. Y sale porque el aire caliente choca contra el aire frío y el agua que hay en nuestro aliento se condensa en forma de gotitas.

-¿Echamos agua por la boca? ¿Es saliva?

No. El aire que respiramos contiene un poquito de agua. Tiene dióxido de carbono y agua, lo mismo que sale de la combustión en un coche.

¿Cuál es el número más grande que existe?

Los números nunca se acaban. Pero hay uno enorme que se llama «gúgol» y es un 1 seguido de 100 ceros. Y también está el «gúgulplex», que es un 1 seguido de un «gúgol» de ceros. Es tan grande que no tendríamos una hoja en la que quepan tantos ceros.

¿Si me subo a una escalera con una pajita muy larga no puedo beber?

No, porque a partir de determinada altura no puedes con el empuje de la gravedad. Es por esa misma razón por lo que las plantas no pueden crecer hasta las nubes, porque a partir de cierta altura no puede subir el alimento por su tallo.