«El cinismo político se aprovecha de personajes como Q Shaman»

Desde tu experiencia como experto en salud mental, ¿estos americanos están todos locos? Así comienza nuestro encuentro con José Ramón Ubieto, psicoanalista, en busca de las claves mentales del asalto al Capitolio.

“EE.UU es un país paranóico”, la frase es de Sigmund Freud, padre del psicoanálisis, y la menciona José Ramón Ubieto, psicoanalista y profesor de la UOC (Universidad Oberta de Cataluña), al otro lado del teléfono. Cuando hoy esperábamos la tormenta de nieve desplomarse sobre nuestras cabezas, hemos amanecido con una tempestad singular, la de una turba asaltando el Capitolio de EE.UU, con un líder a la cabeza vestido de héroe de cómic cutre. Hasta el coronavirus ha pasado a segundo plano.

José Ramón Ubieto no se muestra asombrado:

“EE.UU es el país del espectáculo y el entrenamiento por excelencia, ¿de dónde mejor podría venir algo así?”.

Un hombretón de pelo en pecho, ataviado con un sombrero de pieles de zorro, cubierto de tatuajes y con una lanza abanderada, se ha abierto camino hasta el corazón de la democracia.

Q Shaman (el chamán Q, tal y como se hace llamar) tiene un nombre cristiano, Jake Angeli, y 32 años. Actor, según parece, y apasionado defensor del movimiento extremista Q Anon (Anon viene de anonymus).

QAnon predica una de las principales teorías de la conspiración de la extrema derecha estadounidense​​​​​. Entre sus preocupaciones, que son muchísimas, avisan que existe una demoniaca trama secreta organizada por un supuesto «Estado profundo», del que forman parte figuras de la élite política norteamericana. Practican el secuestro de niños para explotarlos sexualmente y comérselos. La pederastia caníbal, lo llaman.

El profesor Ubieto explica a continuación las raíces del circo que hoy ha conmocionado al mundo:

“Todo fenómeno social tiene una lógica compleja, y no hay una sola clave.  Por un lado, todo arranca con una situación de precariedad  que afectó a un grupo social de EE.UU. Personas que habían tenido un nivel de vida bueno pero que, como consecuencia de la globalización, la crisis financiera de las subprimes del 2008, etc. quedaron en la ruina. Eran varones blancos, despojados de algo que consideraban legítimo».

«El cinismo se aprovecha de personajes como Q Shaman»

«La segunda clave es el cinismo de personajes como Donald Trump y otros que les rodean, como Giuliani, el ex alcalde de Nueva York y abogado personal de Trump y el fundador de la empresa de mercenarios estadounidense Blackwater, y otros que está haciendo mucho negocio explotando la idea de la supremacía blanca. El cinismo se define como estar dispuestos a sacar el mayor beneficio personal posible con un mensaje en el que no creen. Y no tiene límites.  El cinismo político se aprovecha de personajes como Q Shanon».

Desde tu experiencia como experto en salud mental, ¿están locos?

A Trump le han votado 70 millones de americanos, y 70 millones no están locos, ni son cínicos. Hay muchas mentalidades en ese grupo tan numeroso, y muchos motivos detrás de su voto. Pero hay un motivo principal, y es el miedo.  El miedo o la angustia por la pérdida de un estatus, de una posición social, es lo que más les afecta, y lo que más les une.  El miedo que vivimos las sociedades es el principal motor de guerras y magnicidios. Norteamérica vive un sentimiento de pérdida, de desamparo, y cuando Donald Trump pronunció su famosa frase:  “Hagamos  América grande”, lo que estaba diciendo es “Yo os protegeré”, esa es la gran mentira que tanta gente cree. Estaba diciendo: os protegeré de los chinos, de los que os quieren quitar las fábricas, etc. Fíjate en las pancartas que llevan. Muchas tienen mensajes mesiánicos.  No olvidemos que ha habido cuatro años de Gobierno de Donald Trump, y solo ha perdido por 7 millones de votos.  El miedo,  quedarte a la intemperie, el sentimiento de desamparo es el mayor combustible para la agitación social.

“Acaso no ves la mierda”

«La última clave es la locura-continúa explicando Ubieta- la paranoia, las tesis delirantes que están presentes. Un periodista de The Atlantis, que siguió en directo el asalto y se acercó a uno de ellos, destacó está frase: “Quítate la máscara y olerás la mierda”. Ellos están convencidos de que hay una “gran mierda” oculta que consiste en el robo de niños, y otras atrocidades. Es una idea paranoica. Detrás de esta idea paranoica está que alguien quiere robarles la pureza, y la infancia es por excelencia el símbolo de la pureza».

¿Donald Trump también delira?

Donald Trump es principalmente un cínico, aunque acaba creyéndose sus propias mentiras. Pero también es un megalómano (fantasías delirantes de poder, relevancia, omnipotencia, grandeza y una hinchada autoestima) por eso no puede perder. Su personalidad megalomaniaca no puede aceptar que alguien tan maravilloso como él pueda perder las elecciones.  Esa megalomanía se parece a la de un loco paranoico como Hitler, que llevó al mundo a la Segunda Guerra Mundial.

¿Cómo describes a Donald Trump?

Estamos ante un personaje muy enloquecido, megalomaniaco, y rodeado de unos seguidores de una sociedad muy paranoica. Freud visitó EE.UU y Lacan también, y ambos decían que es un país muy paranoico.

Paranoicos armados hasta los dientes.

La  épica de la conquista norteamericana se hizo con las armas. Cada hombre tenía que defenderse solo, porque no había estado. Uno avanzaba hacia el Oeste con su propio rifle, y tenía que defenderse solo. Esta idea de autodefensa forma parte de la mente de los norteamericanos.

¿El asalto de hoy al Consistorio es un triunfo de la paranoia?

Lo que ha ocurrido es una puesta en escena sin una voluntad real de un Golpe de Estado, solo el delirio de un grupo. Pero detrás hay algo más peligroso: el cinismo. Donald Trump sabe que no puede cambiar el resultado de las elecciones, pero hoy ha afianzado las bases de la ley del engaño, la mentira como bandera y, a fuerza de repetirla, hacerla pasar por verdad. Así, anular la legitimidad de Biden e ir preparando las próximas elecciones. Hay un cálculo político detrás de esto. Por eso es importante que tenga una respuesta política contundente.

Y qué hay de Q Shaman, ¿habría que tratarle?

Este hombre no tienen ninguna idea de que quiera ser tratado. Da la impresión de que no es alguien que crea tener ningún problema. Cuando alguien se trata es porque siente que tiene un problema. Pero no hay que dejarse deslumbrar por esa imagen, es poderosa ahora, porque es un personaje de carnaval, pero lo que verdaderamente ha tenido un valor simbólico es que se ha traspasado una línea importante, que es que el semblante de la Democracia norteamericana. Hasta hoy, la voluntad popular era sagrada, en todas las democracias. El Capitolio es el lugar donde reside la voluntad popular  y ayer se traspasó. Esto, simbólicamente, va a tener consecuencias. Si todo hubiera sido fuera del Capitolio, habría sido solo algo entretenido,  pero no habría tenido el efecto que tuvo. Lo sagrado, ahora ya no lo es.