Si no tienes una idea clara, recurre a los muchos programas gratuitos de diseño, como Sketchup Pro 7.1, que existen en internet.
Apuesta por estructuras trianguladas, para aumentar la rigidez del chasis y disminuir el peso. Hazlo en acero: es barato y fácil de trabajar. En las tiendas de bricolaje puedes encontrar tubo de este material y una máquina de soldar.
Puedes utilizar la dirección de un cochecito de juguete a pedales, o la de un kart. También resulta muy fácil acoplar dos horquillas de bicicleta soldadas al chasis, teniendo siempre
la precaución de colocarlas lo más paralelas posibles y totalmente a plomo con el suelo.
Debe ser compatible con las placas solares y la batería. Existen muchos tipos. Lo mejor es utilizar un motor de corriente continua, con escobillas, como los que utilizan los patinetes eléctricos: ofrecen una eficacia máxima de 80-90%. Para calcular la potencia necesaria, define primero la pendiente a superar, la velocidad que quieres que alcance, el peso y la superficie frontal que recibirá el impacto aerodinámico. A continuación, aplica esta fórmula:
[image id=»24185″ data-caption=»» share=»true» expand=»true» size=»S»]. Donde:
W = Potencia del motor en CV
P = Peso del vehículo en kg
S = Superficie frontal del vehículo en m2
V = Velocidad máxima del vehículo en km/h
X = Pendiente máxima a superar en %
Las placas deben suministrar la misma energía que el motor. Han de montarse condensadores que acumulen la energía de las placas, para que el coche se mueva los días nublados. Compra paneles solares domésticos. Tienen una potencia máx. de 270 Wp, y miden 2 x 1 m2. Vienen con un marco de aluminio y un cristal. Pídelos sin el marco y fabrica el soporte con paneles de material aislante recubierto de fibra de vidrio. Combinándolos, conseguirás la superficie solar necesaria.
Usa la cadena y los piñones de una bicicleta. Ten en cuenta el diámetro de la rueda y el número de dientes de los piñones, para adecuarlos a la potencia del motor.
Controlador: Te lo puede proporcionar el mismo proveedor del motor eléctrico.
Indicador de estado de carga: Informa sobre la energía restante en la batería.
Velocímetro: Utiliza uno de contacto magnético, como los de las bicicletas.
Se venden de muchos tipos:
De plomo y ácido. Las más económicas y accesibles.
De ión-litio o níquel-cadmio. Las más
ligeras y con mayor autonomía.
De plomo y ácido herméticas. No tienen mantenimiento y, aun inclinadas, no vierten ácido.
De plomo ácido-gel. Es más difícil que
exploten y son más ligeras, aunque su
precio es el más elevado.
El número de baterías depende de la tensión
de motor (sistema). Si el voltaje de sistema
es de 24 voltios, necesitarás instalar
dos baterías de 12 voltios.
Adapta el voltaje de las placas solares al del sistema. Asegúrate de que es capaz de mantener la tensión de suministro cuando pases por zonas de sombra. Puedes encontrarlos en www.bzproducts.net/id2.html
Redacción QUO
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