El robot que soñamos convivirá con nosotros, podrás customizarlo a tu gusto, será barato, robusto y autosuficiente”, asegura Carlos Balaguer, director del Laboratorio de Robótica de la Universidad Carlos III de Madrid. Hacer realidad este sueño es lo que pretende RoboCom (Robot Companion for Citizens), un proyecto europeo liderado por la Scuola Superiore Sant’Anna de Pisa a cuyos detalles hemos tenido acceso en exclusiva y en el que participan 100 instituciones. En los comités estratégicos están la Carlos III de Madrid, la Politécnica de Cataluña y la Pompeu Fabra. Para su creación, se trabajará en cinco aspectos:
Simulará cómo pensamos y actuamos. Será capaz de aprender cada cultura o forma de vivir según el lugar donde vaya a “trabajar”. Para ello, psicólogos y sociólogos trabajarán mano a mano con los ingenieros para crear estructuras que aprendan como el ser humano los usos sociales y culturales. Aprenderá a comportarse según su rol (compañero, pareja, etc.).
Equipos de neurocientíficos e ingenieros idearán cómo fabricar el hardware en el que se introducirán la mente, el cuerpo, etc. Es decir, fabricar un cerebro artificial que imite el nuestro. Le enseñarán, por ejemplo, a cuantificar el mal olor por medio de sus sensores y registrarlo como tal para actuar en consecuencia.
Será un humano mejorado; es decir, podrá mover sus extremidades en todas direcciones (sin nuestras limitaciones) y, ¿por qué no?, tendrá un ojo en la parte de atrás de la cabeza. Su cuerpo será suave y flexible, y tendrá sensores y baterías, también flexibles, con al menos 24 horas de autonomía.
Un equipo de sociólogos y psicólogos determinará si será mejor que viva entre nosotros como un ciudadano más o no; es decir, si tendrá que pagar en el metro, cumplir nuestras leyes, etcétera.
Son los objetivos finales de uso para los que se va a preparar a este robot. Estos serán: exploradores en catástrofes naturales, en situaciones de guerra, terrorismo; acompañante y cuidador de personas discapacitadas o enfermos. Podrá aumentar nuestras capacidades físicas (que nos ayude a correr más, levantar más peso, etc.) y cognitivas (verá donde nosotros no lleguemos, detectará fuego o un escape de gas antes que nosotros, etc.).
Podrá sentir
Con todos estos avances integrados en el mismo aparato, los investigadores creen que nacerá un nuevo tipo de robot, más allá del emocional y el social, al que han denominado robot “sintiente”, es decir, que siente. Además de su grancapacidad sensorial (apreciar calor o frío), sus capacidades cognitivas le permitirán entender lo que le pasa al humano según el contexto (empatía), y en cierto modo sufrirá con nosotros. Es decir: Sentirá tanto física como cognitivamente.
Redacción QUO
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