A medida que los vehículos autónomos se vuelven más comunes, es cada vez más probable que se puedan desactivar de forma remota. Actualmente los expertos están más concentrados en prevenir incidentes individuales, como peatones atropellados, pero aún no se ha estudiado qué ocurriría en un escenario de hackeo masivo.
En el marco de la Reunión de la Sociedad Física Americana de 2019, un equipo liderado por Skanda Vivek, ha presentado un estudio centrado en el riesgo de los vehículos conectados a Internet.
Vivek y su equipo descubrieron que incluso un ataque a pequeña escala, que afecte solo al 10% por ciento de los vehículos, podría causar un atasco de enormes proporciones y dificultar los servicios de emergencia.
El análisis ayudó al equipo de Vivek a desarrollar una estrategia de mitigación de riesgos para disminuir la cantidad de vehículos que podrían verse comprometidos en una sola intrusión.
“Lo ideal sería que no más del 5% de los vehículos conectados usaran los mismos protocolos de red, así la probabilidad de afectar a toda una ciudad sería baja – explica Vivek –. Por lo tanto, un pirata informático con la intención de causar una interrupción a gran escala debería ejecutar varios ataques simultáneos, lo que aumenta la dificultad y hace que sea menos probable que ocurra. Los automóviles conectados son el futuro, tienen un tremendo potencial de impacto positivo en el ámbito económico, ambiental. Nuestro trabajo no se opone al futuro de los automóviles conectados. Más bien, la novedad de nuestro trabajo radica en identificar y cuantificar los riesgos. Al analizar estas tecnologías en una etapa temprana, esperamos poder ayudar a prevenir los peores escenarios”.