Qué necesitas:
Un globo
Un vaso
Una vela
Un recipiente con agua
Calienta con una vela el interior de un vaso (1) y coloca sobre su boca un globo (2). Intentando que no se mueva, para que el calor no se disipe, sumerge el vaso en agua fría unos segundos. Comprobarás cómo el látex es succionado. Sin miedo, levanta el globo. El vaso irá tras él (3).
El aire, cuando se calienta, se expande, y cuando se enfría se comprime. Al hacerlo se produce una depresión que succiona el globo. Lo mismo ocurre con los vientos costeros. La Tierra se calienta antes que el mar debido a su baja resistencia a los cambios climáticos. Pasa lo contrario con el mar, donde las inercias son mayores. Ello determina que a media mañana, por ejemplo, la costa se haya calentado por el efecto del sol, mientras que el mar sigue frío.
Como el aire caliente pesa menos, asciende a las capas más altas de la atmósfera y su lugar es ocupado por esa refrescante brisa marina tan agradable..
Sigue atent@ porque colgaremos uno nuevo cada dos días en esta misma web.
Redacción QUO
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