Cuando la firma BAE Systems recibió un contrato por más de 500 millones de euros para fabricar tres naves para la Royal Navy (Fuerza Naval Inglesa), buscaron el método más eficiente para reducir el tiempo, mantener la calidad y conservar el diseño solicitado. Y la respuesta para construir los barcos fue un rayo de plasma.
Tal y como se puede ver en el vídeo, el primer paso es trasladar con numerosos imágenes, enormes planchas de acero.
Luego se crea, por ordenador, el perfil del casco y el programa transfiere el diseño a un cortador de plasma que perfila el casco de la forma deseada. El plasma está a una temperatura tan alta, que la plancha de acero debe ser sumergida en agua para que no se doble ni salten esquirlas que puedan perjudicar el diseño.
De este modo se construyen cascos para naves de hasta 90 metros, como las HMS Trent, HMS Forth and HMS Medway, que vigilarán las aguas británicas en tareas de contraterrorismo, piratería y prevención de contrabando.
Juan Scaliter
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