El límite de los drones lo marca la imaginación. Y la imaginación es, precisamente, lo que enciende el vídeo que la distribuidora japonesa BUYMA. En un año marcado por los drones, con aterrizaje en el tejado de la casa del primer ministro nipón incluido, la empresa ha burlado la censura en la televisión japonesa y ha conseguido emitir un anuncio de dos bailarines desnudos. Todo gracias a cuatro drones que les siguen por todo el escenario, actuando de auténticos taparrabos. El vídeo no tiene desperdicio y da qué pensar; ¿de paso, no podían haber censurado los calcetines de él?
Redacción QUO
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