Son la materia prima ideal para desarrollar la capacidad de aprendizaje de un robot. Por eso, laboratorios de robótica de todo el mundo tienen su propio robot bebé con los que se podría montar todo un parvulario. Algunos están aprendiendo a moverse, otros a expresar sus emociones y los más listos incluso adquieren nuestro lenguaje a la misma vez que lo haría un bebé humano.
NAO es un pequeño robot humanoide creado por Aldebaran Robotics. Habla, tiene detección facial y 25 grados de libertad. Es un experto bailarín con un estilo a lo Michael Jackson.
Del tamaño de un niño de tres años, NEXI es la última creación del MIT. Tiene 15 grados de libertad solo en su cara, por lo que muestra felicidad, tristeza, maldad y aburrimiento.
iCUB tiene como padres a 11 laboratorios europeos. Es un “niño” de 3 años y medio de edad que está aprendiendo a caminar, hablar y coger objetos. Es el más listo de la clase.
NOBY es obra de una estudiante de postgrado de la Universidad de Tokio (Japón). Es del tamaño de un bebé de nueve meses y tiene 600 sensores de tacto en su piel artificial.
SIMON es el niño robótico creado por la Georgia Tech University (EEUU). Es un robot social muy expresivo y tiene una gran variedad de movimientos en las manos.
Este pequeño humanoide, de nombre ZENO, es obra de la empresa Hanson Robotics. Habla y entiende a quien se dirige a él, y es capaz de reconocer tanto caras como nombres.
CB2 imita los movimientos que hacen los bebés reales para interactuar con el mundo. Tiene 51 motores neumáticos, que funcionan por aire. Vive en la Universidad de Osaka (Japón).
Nació en la Universidad de Tokio (Japón) y se llama Kojiro. Tiene una columna muy flexible, que le permite gran libertad de movimientos, controlados con un simple mando de la Play.
Yotaro es un bebé robot que ríe, llora y hasta moquea. Ha sido creado por los investigadores de la Universidad de Tsukuba, en Japón, para simular cómo reaccionan los bebés reales.
Para enseñar a todos estos pupilos robóticos podríamos contar con los servicios de Bandit, un robot de la Universidad de California del Sur (EEUU) que está enseñando a niños autistas con mucho éxito. También en la Universidad de San Diego se ha desarrollado un robot, RUBI, creado para enseñar a niños de preescolar formas y colores.