El robot de tus sueños

El RoboClam del MIT está inspirado en una navaja, y servirá para crear anclas inteligentes que usarán otros robots submarinos.

Las manos del Shadow Robot
Company tienen 27
grados de libertad.

Ellie es un brazo robótico creado por el Instituto Tecnológico de Georgia (EEUU) que irá a buscarte lo que le señales con un puntero láser.

Tofu es un robot emocional con el que sus creadores, ingenieros del MIT, pretenden mejorar la expresividad de los ojos. Los suyos se mueven al ritmo de la música y son dos LED.

Pleo podía cambiar de estado de ánimo según la atención y los cuidados que le dedicara su dueño.

Wakamaru era un robot doméstico japonés que colgó el delantal para hacerse actor. En noviembre, este ingenio debutó en el teatro protagonizando la obra Yo, trabajador. El cacharro puede memorizar diez mil palabras. Tiembla, Ben Affleck.

Creado por el Instituto Federal de Tecnología suizo, puede saltar 27 veces su altura.

Los creadores de Trauma Pod pretenden que pueda ser utilizado en breve para atender a soldados heridos cerca del campo de batalla por especialistas que no tengan que moverse de EEUU.

Ingenieros de la Universidad de Montreal (Canadá) han conseguido crear un microrrobot “nadador”, a imagen de una bacteria microscópica real.

El actor alemán Branch Worsham protagoniza el musical Robot, en el que comparte escenario con un autómata que se mueve al son de la música.

Como el móvil ya forma parte de nuestra vida, los creadores de Cally investigan cómo reaccionamos ante un robot-móvil.

Utilizando el modo de nadar de una libélula, el WaterRunner de la Universidad Carnegie Mellon alcanza velocidades muy superiores a las del insecto.

La Universidad de Bristol tiene un robot emocional cuyos corazón y respiración se aceleran con el contacto humano. No en balde, se llama Heart.

Yume Neko es el ludobot preferido en Japón: un falso gato que simula escuchar y mueve la cabeza.

Este “niño” se llama CB2 y lo utilizan en la Universidad de Osaka (Japón) para desarrollar habilidad sociales imitando a su “mamá” de laboratorio.

Desarrollados por la Universidad de Essex (Inglaterra), estos robots con forma de pez se están utilizando ya en la costa española.

Lo último de Festo son estos robots pingüinos, que se usarán para estudiar el entorno de estos animales en su hábitat natural.