En marzo entra en vigor el primer reglamento de la Unión Europea para aumentar la vida útil de los dispositivos electrónicos y facilitar su reparación
La basura electrónica que generamos aumenta cada año en todo el mundo. Según las Naciones Unidas, en 2018 50 millones de toneladas de residuos electrónicos acabaron en el vertedero y en 2019 esa cifra llegó a los 53,6 millones, nueve toneladas más de residuos electrónicos que los generados en 2014.
Cada persona genera al año una de media de 7,3 kilogramos de desechos electrónicos. De acuerdo con el informe de la ONU, Asia es el continente que más residuos de este tipo produce seguido de América y de Europa. Pero si miramos los datos per cápita la cosa cambia, y Europa se sitúa como la mayor productora de residuos electrónicos.
Los pequeños equipos electrónicos como las cámaras de fotos, los ventiladores y las aspiradoras representan la mayor parte de estos residuos, llegando a la cifra de 17,4 millones de toneladas al año. Este tipo de residuos, a diferencia de otros como pueden ser el papel, el vidrio o la madera, contienen sustancias peligrosas. Aunque sólo representen el 2% de la basura sólida mundial, también son un 70% de los residuos peligrosos existentes.
El 80% de los consumidores preferiría reparar sus dispositivos antes que reemplazarlos
La economía lineal basada en la dinámica de usar y tirar está detrás de estas cifras. La mayoría de aparatos electrónicos son muy difíciles de reparar debido a que las piezas son casi imposibles de conseguir. Muchos dispositivos no se pueden abrir para repararlos ya que están soldados, pegados o remachados. En ocasiones los aparatos electrónicos tienen un diseño que hace que se rompan cuando se intentan abrir.
Muchos consumidores optan por comprar un producto nuevo en vez de repararlo debido a las dificultades para arreglarlo y al gran desembolso que supondría hacerlo. Los que se deciden a arreglarlo en alguna tienda de barrio se arriesgan a que la garantía quede anulada o a que la empresa fabricante del producto no dé soporte en el futuro por usar piezas no oficiales.
En noviembre de 2020 el Parlamento de la Unión Europea aprobó una resolución para facilitar a los consumidores la reparación de los productos electrónicos. De esta forma, entrará en vigor en marzo una normativa que exigirá que las piezas de repuesto sean más accesibles, que se amplíe la garantía de los productos y que los manuales de reparación y mantenimiento estén al alcance de todos.
En la Unión Europea hace años que existen unos requisitos de diseño ecológico que todos los productos deben cumplir si quieren ser comercializados en la zona. Gracias a la nueva petición del Parlamento estos requisitos ecológicos se ampliarán y especificarán para aumentar la vida útil de los productos.
A partir de marzo los fabricantes deberán permitir que las piezas de sus productos se puedan reparar con piezas comunes. También estarán obligados a suministrar las piezas de repuesto en un plazo de 15 días. Además, se exige que se desarrolle un etiquetado en el que se indique la vida útil estimada del producto y su posibilidad de reparación.
Francia se ha adelantado al resto de países comunitarios y ya está adaptando su normativa interna a la futura ley comunitaria. El mes pasado se comenzó a obligar a etiquetar los productos según su facilidad para ser reparados. La etiqueta consiste en establecer una puntuación del 1 al 10 y por ahora sólo se usará en portátiles, lavadoras, móviles, televisores y cortadoras de césped.
Europa es uno de los mercados más grandes del mundo y con esta nueva normativa la UE obligará a los fabricantes de todo el mundo a entregar productos con una mayor vida útil, por lo que a su vez ayudará a reducir la cantidad de desechos de otros continentes, no sólo en el europeo.
Ya existen empresas como Fairphone o Shiftphone que producen móviles inteligentes generando un impacto mínimo en el medio ambiente. La empresa Shiftphone, por ejemplo, utiliza condensadores de cerámica en lugar de condensadores de coltán para su fabricación, debido a la escasez de este mineral.
La empresa Apple, para adaptarse a la nueva normativa, ha lanzado un programa de reparación en el proporcionará repuestos, herramientas y guías para reparar los productos fuera de garantía a las empresas interesadas en convertirse en proveedores de servicios de reparación .
Otro ejemplo es Electrolux, la empresa sueca de electrodomésticos, que ya se ha preparado para la normativa y las piezas estarán disponibles directamente para los consumidores al igual que los manuales de reparación.
REFERENCIAS
Parliament wants to grant EU consumers a “right to repair”
A New Circular Vision for Electronics
The Global E-waste Monitor 2020
ATTITUDES OF EUROPEANS TOWARDS WASTE MANAGEMENT AND RESOURCE EFFICIENCY
Convertir los desechos en objetos reutilizables: este es el reto que os propone Nike
Un nuevo estudio prevé un fuerte aumento de la mortalidad relacionada con la temperatura y…
Los investigadores ha descubierto un compuesto llamado BHB-Phe, producido por el organismo, que regula el…
Un nuevo estudio sobre la gran mancha de basura del Pacífico Norte indica un rápido…
Una nueva teoría que explica cómo interactúan la luz y la materia a nivel cuántico…
Pasar dos horas semanales en un entorno natural puede reducir el malestar emocional en niños…
El bisfenol A (BPA) es un disruptor endocrino que está desapareciendo poco a poco de…