Shinya Yamanaka acaba de recibir el Premio Nobel de Medicina o Fisiología, junto con John B. Gurdone, «por su descubrimiento de que las células maduras pueden reprogramarse para que convertirlas en pluripotentes», según el comunicado del jurado. QUO le entrevistó con motivo del Premio 2011 Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA, y nos contó en qué consisten sus investigaciones.
Yamanaka es director del Centro de Investigación y Aplicación de Células iPS de la Universidad de Kioto (Japón). Junto a su equipo de investigación ha conseguido convertir células adultas de la piel de ratones en células madre similares a las embrionarias. El resultado de su trabajo se confirmó al lograr idénticos resultados en células humanas, abriendo, de este modo, una puerta a cultivar células para reparar órganos dañados o desarrollar tratamientos para enfermedades que aún no tienen cura. Su trabajo fue premiado por la Fundación BBVA Fronteras del Conocimientos en la categoría Biomedicina por demostrar que es posible reprogramar células ya diferenciadas y devolverlas así a un estado propio de las células pluripotentes». . En Quo hemos hablado con él y esto fue lo que nos contó.
Revista Quo: He leído que inicialmente se sorprendió mucho cuando logró inducir a células de la piel para que regresen a un estado similar al embrionario debido a que la metodología era muy simple. Solo eran necesarios cuatro pasos para reprogramar las células. Cómo alcanzaron esta simplicidad?
Shinya Yamanaka: Cuando empecé a trabajar en una investigación para generar células madre embrionarias a partir de células somáticas, sin uso de embriones, en torno al año 2000, lo que hice fue identificar genes que inducen la pluripotencia en genes que se expresan específicamente en las células madre embrionarias de ratones. Mi equipo de investigación encontró 24 genes entre los millares de genes mediante el aprovechamiento de una base de datos de etiquetas de secuencia expresada. En ese momento, yo no sabía cuántos genes eran necesarios para reprogramar las células diferenciadas en un estado pluripotente. Cuando introdujimos los 24 genes en células somáticas de ratón a través de vectores retrovirales, para nuestra sorpresa, surgieron las células madre embrionarias. Entre una serie de combinaciones de los 24 factores, finalmente encontramos que cuatro genes – Oct3/4, Sox2, Klf4 y c-Myc – fueron los genes cruciales para la inducción de pluripotencialidad. Fue una suerte que los cuatro genes se incluyeran entre los 24 candidatos seleccionados.
RQ: Con su logro, el problema ético del uso células madre embrionarias se ha terminado, ¿qué pasa con el futuro de las células del iPS (células madres reprogramadas)? Y ¿tiene alguna propuesta para solucionar esto?
SY: Mientras que las células iPS se generen a partir de células somáticas, la tecnología no se enfrenta a los problemas éticos que rodean a las células madre embrionarias. Espero que las células iPS eventualmente reemplacen a las células madre embrionarias en un futuro próximo.
RQ: ¿Cuánto afecta este clima ético y político afecta a su investigación?
SY: No afecta a mi investigación en absoluto porque las células iPS se generan a partir de células somáticas sin usar embriones. Dicho esto, creo que la investigación de células madres embrionarias es importante ya que muchos resultados de investigación se podría aplicar a la investigación con células iPS.
RQ: ¿Cuál es el futuro de las células IPS, y cuán cerca está el futuro más optimista de curar muchas enfermedades? Y ¿qué pasa con el futuro más realista de la utilización de las células del iPS en los trasplantes, cuan lejos estamos de esto?
SY: Las células iPS pueden ser utilizadas como una herramienta de investigación por los investigadores académicos y empresariales para entender los mecanismos de las enfermedades, en la búsqueda de nuevos candidatos de compuesto químico para nuevos fármacos y para desarrollar nuevas curas para enfermedades intratables.
Dado que las células iPS puedan derivar en cualquier tipo de célula en el cuerpo, pueden ser generadas a partir de los pacientes y entonces las células iPS específicas de los pacientes se inducen a las células diferenciadas. Estas células diferenciadas derivadas de células iPS se están convirtiendo en una herramienta común usada para la detección de drogas y de efectos secundarios o las pruebas de toxicología. Pero serán necesarios muchos años para aplicar la tecnología de células iPS a trasplantes de células, porque tenemos que superar algunos obstáculos en materia de tecnología de células iPS, tales como el establecimiento de métodos más seguros para la generación de células iPS.
RQ: ¿Qué opinión le merece el reciente artículo publicado en Nature sobre la memoria de las células iPS? ¿Hay una manera de eludir esta memoria?
SY: La tecnología de células iPS avanza constantemente, y yo creo que muchas cuestiones que se describen en el trabajo mencionado se superarán pronto.
RQ: Recientemente, muchas voces se han alzado para criticar a la industria farmacéutica en todo el mundo, debido al millonario beneficio que obtienen de este tipo de investigaciones. En una entrevista reciente usted ha mencionado que la primera industria que se beneficiará de estos hallazgos serán las industrias farmacéutica, ¿qué les diría a estas voces?
SY: Como la tecnología de células iPS se utiliza como herramientas para la detección y desarrollo de medicamentos, las compañías farmacéuticas pueden reducir los costes de desarrollo de fármacos. Si estos costes se pudieran reducir, espero que la industria se interese más en el desarrollo de nuevas curas para enfermedades intratables.
RQ: ¿Está buscando otra forma de desarrollo seguro de células IPS ? ¿Puede decirnos algo al respecto?
SY: Mi laboratorio está trabajando en varios métodos para generar células iPS más seguras. Pero por ahora no puedo adelantar nada.
RQ: ¿Hacia dónde le gustaría enfocar esta investigación en el futuro?
SY: Mi objetivo es hacer que la tecnología esté disponible para los pacientes con enfermedades incurables o graves lesiones tan pronto como sea posible, y para lograr este objetivo, me gustaría colaborar con otros investigadores de todo el mundo.
Juan Scaliter