El recién fallecido Michael Crichtonno anduvo tan desencaminado, aunque más que un parque jurásico, pronto podríamos visitar un “parque mamútico”. Una investigación publicada recientementeen la revista Nature dejaría este objetivo más cerca que nunca. Los responsables del artículo detallaban sus avances en la secuenciación del genoma del mamut lanudo a partir de muestras de pelo de dos ejemplares fósiles, uno de 20.000 años de antigüedad y el otro de 65.000.
La idea lleva años rondando la cabeza de varios investigadores y empresas. Por ejemplo, en 2002, científicos japoneses con financiación de la empresa tecnológica Field rastrearon Siberia para localizar espermatozoides de mamut que permitieran fecundar el óvulo de una elefanta.
De esta manera, podrían lograr ejemplares con los rasgos más característicos de los mamuts, y crear así un parque de atracciones en Sakha, al noreste de Rusia. Por su parte, el Instituto Broad, en Massachusetts, implicado en el proyecto genoma, está secuenciando el genoma del elefante africano Loxodonta, uno de los familiares vivos del mamut.
Y tras lograr el del mamut, el siguiente genoma que se espera reconstruir es el del neardental,una especie humana, extinguida hace unos 45.000 años, que convivió con nuestros antepasados durante unos 10.000 años en Europa. Por ahora, los trabajos de comparación genómica entre el neardental y el homo sapiens parecen ir por buen camino, lo que permitirá descubrir sus genes específicos.
En este caso, algunos investigadores también postulan seguir el modelo del mamut para lograr una “pseudo-resurrección”, o cuando menos, el desarrollo de investigaciones que permitan conocer más sobre estos “parientes lejanos” y con ello, sobre nosotros mismos.
Redacción QUO