Viaje al polo Sur
Personas: 2 sin apoyos.
Duración estimada: 45 días.
Distancia: 1.200 km desde los Montes Ellsworth.
Transporte: Solo con esquís y trineos para la carga.
Temperaturas: Entre -5 y -45ºC.

Cuando Albert Bosch (Sant Joan de les Abadesses, 1966) llegó a Punta Arenas, Chile, comió hamburguesas como un loco mientras recordaba la gesta que acababa de realizar. Durante 67 días, cargó sobre sus hombros un trineo que pesaba más de 130 kilos y recorrió 1.200 kilómetros hasta alcanzar el Polo Sur. Se trata del primer español que logra semejante proeza sin ayuda técnica. Perdió 15 kilos en una aventura de peso.

P.- ¿Por qué decidiste recorrer el Polo Sur?
R.- La Antárdida representa el desafío más extremo. Quería hacer algo importante siendo consciente de que debería superar momentos muy duros en un desierto de hielo.

P.- ¿Cuándo decidiste emprender la travesía?
R.- Pues el pasado 30 de octubre. La expedición la preparamos entre Carles Gel y yo. Nuestra idea era hacer el recorrido juntos. Partimos de la bahía de Hércules con ilusión, pero pronto tuvimos problemas. De improviso, apareció sobre nosotros una tormenta huracanada de nieve que nos obligó a parar durante 13 días.

P.- ¿Y qué pasó después?
R.- El tiempo mejoró, decidimos ponernos en marcha y mi compañero notó molestias en una pierna. Se le había inflamado un tendón. Decidió abandonar y yo seguí adelante con el proyecto. Esto ocurrió cerca de los montes Ellsworth, en el grado 79.

P.- ¿Qué sentiste al quedarte solo?
R.- El sentimiento era contradictorio. Me dolía haber perdido a mi compañero y, por otra parte, quería seguir adelante. En aquel momento viví una situación crítica y nunca se me pasó por la cabeza abandonar.

P.- ¿Viviste algún otro momento complicado?
R.- Sí. Fue el 24 de diciembre. No miré con suficiente frecuencia el GPS y me desvié demasiado al oeste. Avanzaba como un autómata, sin ver nada. Noté pequeñas grietas en el suelo y decidí acampar. Pasé allí la noche. A la mañana siguiente vi que estaba rodeado de grietas que alcanzaban los dos kilómetros de profundidad. ¡Menudo día de Navidad que pasé!

P.- ¿Hablaste solo muchas veces para hacerte compañía en aquel desierto?
R Ya lo creo. Llegué a dictar conferencias allí a solas, incluso en inglés. Me divertí mucho. Parecía Obama hablando en voz alta.

P.- Tu primera reacción al llegar a la meta.
R.- Estaba cansado y eufórico. Sabía que pronto regresaría a casa con mi familia. Ha sido una experiencia increíble que no volveré a repetir.

Redacción QUO