Empieza con una ligera sensación de sequedad de boca, luego hay una bajada del rendimiento de los músculos y como una caída lenta en un abismo. Comienzan los calambres, la desconcentración. Se secan los lagrimales y a las visiones suceden el calor y el frío alternantes y anárquicos, el intenso dolor de cabeza y el fallo de los órganos.?Con solo perder un 10% de agua corporal sobreviene la muerte. En el planeta hay organismos vivos a los que les ocurre algo parecido. Para algunos, la sed es fuente de seca agonía. Animales, plantas y sobre todo personas desfallecen.?Casi 1.200 millones no tienen fácil acceso a agua dulce no contaminada. Más de 2.200 millones mueren anualmente por enfermedades que no deberían sufrir si accedieran al líquido de la vida. Y además de afectar a países que se suponen pobres y desérticos, empieza a ser también problema de ciudades tan desarrolladas como Barcelona, en el undécimo país más rico del mundo, España. Si no hubiera llegado un anhelado mayo lluvioso (¡el más “mojado” desde 1880!), los ciudadanos se habrían visto en apuros. ¿Por qué?
Redacción QUO