En Estados Unidos, entre el 20 y el 25% de las mujeres y el 18 al 21% de los hombres en edad reproductiva sufren estrés psicológico diario. Aunque diversas investigaciones han sugerido que el estrés puede disminuir las probabilidades de concepción, pocos han sido los estudios hasta el momento que han analizado esta asociación.
Ahora, un reciente estudio (dirigido por investigadores de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, BUSPH, y publicado en la revista American Journal of Epidemiology) sostiene que los niveles más altos de estrés están asociados con menores probabilidades de concepción en caso de las mujeres, pero no en los hombres.
«Aunque este estudio no prueba definitivamente que el estrés cause infertilidad, sí proporciona evidencia que apoya la necesidad de integrar terapias de salud mental en la orientación y la atención previas a la concepción», dice Amelia Wesselink, estudiante de doctorado de BUSPH y autora principal del estudio.
Los investigadores usaron datos del Pregnancy Study Online (PRESTO), una cohorte continua de planificadores de embarazo norteamericanos que sigue a las parejas durante 12 meses o hasta el embarazo (lo que ocurra primero). Para el nuevo estudio, los investigadores realizaron un seguimiento a 4.769 mujeres y 1.272 hombres que no tenían antecedentes de infertilidad y que no habían estado tratando de concebir durante más de seis ciclos menstruales.
Por otra parte, el estudio también midió el estrés percibido usando la versión de 10 elementos de la escala de estrés percibido (PSS, por sus siglas en inglés), la cual está diseñada para evaluar cuán impredecible, incontrolable y abrumadora es la situación de vida de un individuo. Los cuestionarios contaban con cinco opciones de respuesta, que iban de 0 (nunca) a 4 (muy a menudo), hasta un total de 40.
Tanto hombres como mujeres completaron el PSS en la línea de base, y las mujeres también completaron el PSS en cada seguimiento bimensual de PRESTO. También se incluían entre las preguntas una serie de factores demográficos y de comportamiento, incluyendo raza/etnia, ingresos familiares, dieta, sueño y frecuencia de las relaciones sexuales.
De media, las puntuaciones PSS iniciales fueron aproximadamente 1 punto más altas entre las mujeres que entre los hombres, y las puntuaciones PSS de seguimiento promedio entre las mujeres permanecieron bastante constantes durante los 12 meses que participaron en el estudio.
El equipo de investigación descubrió que las mujeres con puntuaciones PSS de al menos 25 eran un 13 % menos propensas a concebir que las mujeres con puntuaciones PSS menores de 10 años. Esta asociación fue más fuerte entre las mujeres que habían estado tratando de concebir durante no más de dos ciclos menstruales antes de unirse a PRESTO que entre las mujeres que habían estado tratando durante tres o más ciclos antes de inscribirse. La asociación también fue más fuerte entre las mujeres menores de 35 años.
Además, el análisis puso de manifiesto que, si la relación entre los niveles más altos de estrés y las menores probabilidades de concepción puede ser causal, una pequeña proporción de esa asociación podría deberse a la disminución de la frecuencia de las relaciones sexuales y al aumento de la irregularidad del ciclo menstrual.
Los expertos no encontraron una asociación entre la puntuación PSS de los hombres y la probabilidad de concebir. Sin embargo, las parejas del estudio tenían alrededor de un 25% menos de probabilidades de concebir cuando la puntuación PSS del hombre era menor de 10 y la de la mujer era de 20 o más.
Los autores del estudio señalaron que este es el primer análisis que sugiere que la «discordancia de estrés de la pareja» puede afectar la probabilidad de concepción, aunque el hallazgo aún resulta algo impreciso y especulativo.
Fuente: Sciencedaily.com
Belén Robles González