Cuando hablamos de salud y sobre todo de perder peso, hay una tremenda cantidad de malos consejos que simplemente están equivocados, han quedado obsoletos o han sido científicamente refutados.
Seguir aferrados a estos mitos daña nuestra salud y hace que no perdamos peso o incluso que engordemos.
Mito 1: Todas las calorías son iguales
Una caloría es una caloría, ¿verdad? Pues no. La idea que tenemos es que mientras quememos más calorías de las que consumimos, perderemos peso. La industria de la pérdida de peso ayuda a perpetuar esta mentira.
Pensar que perder peso tiene que ver solamente con el balance de energía o las calorías en calorías, es simplificar demasiado. Nuestros cuerpos son mucho más complejos que un simple problema de matemáticas. Cuando comemos, nuestra comida interactúa con nuestra biología, un complejo sistema de adaptación que transforma instantáneamente cada bocado. La comida es más que calorías y sabores.
De hecho, cada bocado que comemos afecta nuestras hormonas, la química cerebral y el metabolismo. Calorías de azúcar causan el almacenamiento de grasa y picos de hambre. Calorías de proteínas y grasas promueven la quema de grasa.
Lo que cuenta más es la calidad, no la cantidad, de esas calorías. Las calorías de mayor calidad provienen de alimentos no procesados. Estos alimentos son, por ejemplo, proteínas de calidad como la carne de res y el pescado; grasas saludables como el aguacate y carbohidratos buenos como legumbres, verduras y frutas.
Mito 2: Nuestra genética define nuestra salud
Este mito dice que si nuestro padre es gordo y nuestro abuelo también, nosotros también engordaremos. La genética en importante y juega un papel clave en muchas enfermedades, pero podemos, con nuestra dieta, mejorar nuestras condiciones.
Cada vez hay más gente obesa, pero no es una cuestión de genética, lo que ha cambiado drásticamente es nuestra alimentación. Pasamos de consumir aproximadamente 4 kilos de azúcar por persona por año en 1800 a casi 70 hoy en día.
Mito 3: Con deporte, podemos superar una mala dieta
Podrás estar delgado, pero no estarás sano y te costará mucho mantenerte. Podemos cambiar nuestra dieta y perder peso, pero si hacemos ejercicio y mantenemos nuestra dieta igual, podemos ganar algo de músculo, mejorar la resistencia y ser más saludables en general, pero no perderemos muchas libras.
El ejercicio es extremadamente importante, pero para perder peso y mantenernos, debemos hacer ejercicio y debe ir aparejado con una dieta saludable que incluya muchos alimentos vegetales, grasas saludables y proteínas.
Mito 4: la grasa siempre engorda
Comer grasa es fundamental para la salud y la pérdida de peso. En pocas palabras: comer grasa nos adelgaza. Pero no os recomendamos unas patatas fritas ni unos torreznos, no.
Los estudios que compararon una dieta rica en grasas e idéntica a una dieta alta en azúcar tuvieron efectos totalmente diferentes sobre el metabolismo. La dieta alta en grasas causó que las personas quemaran 300 calorías adicionales al día. Es el equivalente a correr una hora pero sin hacer ningún ejercicio.
En estudios de animales que consumen dietas con calorías idénticas, ya sea con bajo contenido de grasa (alto contenido de azúcar) o con mayor contenido de grasas y proteínas, las dietas con alto contenido de azúcar conducen a una mayor deposición de grasa y pérdida muscular, mientras que las dietas con mayor contenido de grasa y proteínas llevan a una mayor masa muscular y pérdida de grasa.
Las grasas buenas como el aceite de oliva virgen extra, la manteca de coco, el aguacate, las nueces, las semillas y las mantequillas de nueces nos mantienen llenos y nos alejan de la nevera por más rato.
Esther Sánchez