La enfermedad de Creutzfeldt-Jakob es más conocida como el mal de las vacas locas. Se trata de un trastorno neurológico muy grave que acaba provocando la muerte del paciente. Pero estos animales no son los únicos que la trasmiten.
La publicación Live Science recoge el caso de un paciente de 51 años en Rochester, Nueva York, que falleció poco después de ser ingresado en el hospital. El hombre había perdido la movilidad y también el contacto con la realidad.Deliraba y sus facultades mentales estaban seriamente dañadas.
Los médicos le diagnosticaron la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, un trastorno neurológico producido por unas proteínas llamadas priones. Y cuando se pusieron a averiguar cual había sido el origen de la infección, descubrieron que el paciente era cazador, y tenía al costumbre de comer concierta frecuencia los cerebros de ardillas que cazaba él mismo.
No es la primera vez que se documenta como estos animales pueden contagiar la enfermedad. En 1997, la publicación The Lancet se hizo eco del caso de dos mujeres de una zona rural de Kentucky que también se infectaron con priones porc omer los cerebros de las ardillas.
Fuente: LiveScience.
Vicente Fernández López