La nueva comedia de Netflix, Sex Education, protagonizada por Asa Butterfield y Gillian Anderson, nos cuenta la historia de Otis, un inseguro y virginal adolescente, hijo de una terapeuta sexual, que acaba desarrollando la misma labor que realiza su madre pero, en su caso, dentro de los muros de su instituto.
Obviando clichés muy obvios sobre las series adolescentes, la serie de Laurie Nunn cumple una función muy interesante que ya nos adelanta su título: nos enseña, a grandes rasgos, sobre el sexo, sobre la diversidad sexual y cómo, tanto nosotros como los adolescentes, se relacionan sexualmente; también, que la educación sexual que reciben los jóvenes es generalmente anticuada y poco práctica, de modo que la mayoría de ellos se encuentran más perdidos de lo normal en sus primeras prácticas sexuales. Que una serie retrate todo esto con un tono fresco y juvenil es toda una alegría. Ya ha confirmado una segunda temporada y es que el sexo, en las series… tiene tirón.
Esta serie de animación es la serie que muchos deberíamos haber visto cuando éramos pequeños. Sigue los pasos de unos adolescentes que se enfrentan a la pubertad, la primeros impulsos sexuales e incluso al acoso sexual. Su función, más allá de la cómica, es normalizar el sexo, la diversidad de cuerpos y los roles de género, todo ello con humor y con buenas intenciones.
Esta serie sobre dos neoyorquinas normales y no tan corrientes no solo es una de las ficciones más feministas de la televisión en la actualidad sino que es de las más positivas en cuanto al sexo se refiere. ¿Su punto fuerte? El no dudar en mostrar su representación de la sexualidad de las mujeres, evidenciar la objetivización de las mismas en la sociedad actual y mostrar con naturalidad a dos jóvenes viviendo su sexualidad con total comodidad, sin tomarse el sexo tan en serio como otras series contemporáneas, como ‘Girls’. Por no mencionar que, en sus interminables locuras, dejan hueco para hablar de relaciones, contracepción y prevención de ETS.
Dramedia de antología, también de Netflix, creada por Joe Swanberg, que narra las entrelazadas vidas de un grupo de amigos de Chicago y cómo se relacionan entre ellos, con el sexo, la cultura y la tecnología. Swanberg estructura ‘Easy’ a modo de viñetas, retratando diversos tipos de relaciones o la ausencia de ellas. Hay matrimonios que exploran relaciones abiertas, relaciones homosexuales y también una escritora que también es trabajadora del sexo. Todo ‘Easy’ está relacionado con el sexo pero de una forma honesta y con la intención de abrirnos los ojos a tipo de relaciones no tradicionales.
Este drama original de Showtime exploró las vidas de dos pioneros en el terreno de la investigación sexual, William Masters y Virginia Johnson, quienes no solo revolucionaron este campo de estudio sino a la sociedad de la época, al mismo tiempo que aportaba una visión muy agradecida sobre la sexualidad femenina (y otros temas, como la homosexualidad) de la que carecen infinidad de series ambientadas en el presente.
Jamás podríamos decir que la intención de esta serie original de HBO era la de educar a nadie, pero es innegable que Carrie, Samantha, Miranda y Charlotte le abrieron los ojos a millones de mujeres sobre temas sexuales variados (orgasmos, líos de una noche, tríos y mucho más) a principios de siglo.
Serie británica protagonizada por Toni Collette que, sorprendentemente, pasó bastante desapercibida en su estreno el pasado otoño, y que cuenta la historia de un matrimonio que, tras no lograr recuperar su vida sexual tras años de matrimonio, decide explorar la opción de tener una relación abierta con todo lo que ello implica. ‘Wanderlust’ explora las alegrías y problemas de este tipo de relación al mismo tiempo que se centra en el personaje de Toni Collette, una mujer decidida a vivir su propia sexualidad y disfrutar de ella en igualdad.
Polémicas aparte, no podemos obviar que ‘Transparent’ no solo exploró la vida (incluyendo su sexualidad) de Maura al comenzar su transición, sino que este hecho también despertó en sus hijos la necesidad de explorar tanto su propia identidad de género como sus preferencias sexuales con total naturalidad y de una forma tremendamente positiva, a pesar de que las personalidades de estos personajes no eran precisamente brillantes.