Las excavaciones realizadas en el cementerio de Saqquara, que sirvió de necrópolis a la ciudad Menfis, la primera capital del antiguo Egipto, han servido para hacer un descubrimiento fascinante. En el complejo funerario de la pirámide del rey Userkaf, los arqueólogos encontraron siete sarcófagos. Y tres de ellos contenían varias docenas de gatos momificados.
Pero, además de las momias, los investigadores también descubrieron cien estatuas de gatos hechas de madera, y una de bronce, presumiblemente dedicada a la diosa diosa Bastet, una deidad con forma de felino.
Los gatos eran animales venerados en el antiguo Egipto. Inicialmente fueron considerados una encarnación del dios Ra pero, posteriormente, pasaron a estar vinculados con el culto a la mencionada Bastet. Como prueba del aprecio que los egipcios sentían por estos animales, el historiador Herodoto relató que, cuando se producía un incendio, los ciudadanos ponían tanto interés en salvar a los gatos como a las personas.
Pero, además de las momias de los gatos, los arqueólogos han hecho otro descubrimiento aún más sorprendente. Por primera vez han encontrado escarabajos momificados en una tumba.
Para los egipcios el escarabajo estaba asociado a Jepri (que era la encarnación de Ra en su forma de Sol Naciente), y tenía una gran importancia en sus ritos funerarios. Lo habitual era tallarlos en piedra verde y colocarlos en el lugar del corazón, con el propósito de que este no testimoniase contra el difunto durante el Juicio de los Muertos.
Pero, hasta la fecha, nunca antes se habían encontrado restos momificados de escarabajos. Un hallazgo que acrecienta aún más la importancia que se les concedía.
Si queréis ver fotos de estos asombrosos descubrimientos, podéis hacerlo aquí.
Vicente Fernández López