La ionosfera se sitúa entre la mesosfera y exosfera, aproximadamente entre los 40 y 800 kilómetros de altitud, y es la parte de la atmósfera permanentemente ionizada por efecto de la radiación solar. Y, según parece, hay indicios de que podría ser el próximo campo de batalla de las grandes potencias.
Al menos, eso es lo que sugiere un artículo publicado en Hong Kong por el diario The South China Morning Post, en el que apunta que Rusia y China han realizado conjuntamente una serie de experimentos cuyo propósito sería controlar la ionosfera con posibles fines militares.
Según el diario hongkonés, tras uno de dichos experimentos se detectó (en un área similar a la mitad del Reino Unido), un repunte de energía con diez veces más partículas subatómicas cargadas negativamente que en las regiones cercanas. Y en otro, se logró aumentar la temperatura del gas ionizado en más de cien grados. Los experimentos no han sido secretos, y sus resultados se han publicado en Earth and Planetary Physics.
Pero, ¿qué buscarían China y Rusia con este tipo de experimentos? Según los expertos consultados por el diario, lo que estarían buscando es probar medios eficaces para alterar y manipular las comunicaciones por satélite de otras naciones. Algunas fuentes apuntan también a hipotéticos experimentos destinados a lograr alterar el clima, pero esto último a día de hoy entra más en el terreno de la ciencia ficción.
Con todo, tampoco conviene olvidar que Estados Unidos ya ha realizado experimentos similares en Alaska. Así que parece que la ionosfera está en el punto de mira de todas las superpotencias.
Fuente: Newsweek.
Vicente Fernández López