En agosto 2015, se construyó en la ciudad japonesa de Nagasaki el Hen na Hotel, el primer hotel completamente robotizado del mundo. En él, todos sus empleados eran máquinas que hacían las veces de humanos para atenderte desde el momento que hacías check-in en el establecimiento hasta tu salida. Incluso había un robot personalizado en cada habitación capaz de echarte una mano para encender y apagar las luces, hacer una llamada o pedir comida a la recepción. Después de casi 4 años de funcionamiento, han tenido que enfrentarse a un ERE robótico para la mitad de la plantilla.
Al menos un 50% de los 243 robots que trabajaban en el hotel han sido retirados de sus funciones porque no estaban cumpliendo las expectativas. Al parecer, daban tal cantidad de problemas que al final eran humanos los que tenían que ir a solucionar dudas a los huéspedes, acabar con procesos de entrada al hotel o responder preguntas de clientes descontentos con el mal trato recibido. Los límites de funcionamiento de muchos de ellos, hacía que sus respuestas llegaran a ser limitadas y no ofrecieran el servicio que requería el puesto de trabajo.
Entre los despedidos están un par de velociraptors que estaban en el recibidor del hotel o un conserje que ayudaba a llevar maletas a las habitaciones. Su eficacia estaba siendo tan baja, que finalmente han tenido que poner a humanos para ocuparse de estos problemas. Así es como vendían esta experiencia hotelera robotizada hace unos años, muy distinta a la que nos encontraremos ahora.
No es la primera vez que asistimos al despido de un robot. En marzo de 2018, Flippy, el robot capaz de freír hamburguesas, se dio de baja al poco de comenzar por estrés. Ya en enero de ese año, el robot Pepper también tuvo que abandonar su puesto en un supermercado. Al parecer, daba mal rollo a los clientes.
Alberto Pascual García