La identidad de Jack el Destripador, el asesino en serie más tristemente célebre de todos los tiempos, sigue siendo un enigma que fascina a nuevas generaciones. Se han propuesto numerosas hipótesis sobre quién pudo ser el despiadado criminal. Se dijo, incluso, que pudo ser el escritor Lewis Carroll, el autor de «Alicia en el país de las maravillas».
Ahora, el escritor británico Bruce Robinson ha propuesto una curiosa hipótesis que, de ser cierta, sería un ejemplo perfecto de eso que se llama “justicia poética”.
El autor propone que Jack el Destripador era realmente James Maybrick, un músico de Liverpool que vivió en Londres en el período en el que se cometieron los asesinatos.
Según Robinson, Maybrick era masón. Y parece ser que en el escenario de los crímenes y en las cartas que el asesino envió a la policía, se encontró imaginería supuestamente masónica. También vivía cerca de White Chappel, el distrito en el que sucedieron los asesinatos. Y su caligrafía al parecer se asemeja a la de Jack.
Pero, la parte más sorprendente de la historia, es que James Maybrick murió unos meses después del último asesinato, envenenado. Su joven esposa Florence fue acusada de darle arsénico y fue condenada a muerte. Aunque, posteriormente, recibió un indulto y se mudó a Estados Unidos.
Según Robinson: “Florence sabía que su esposo era Jack y por eso lo mató. Y las autoridades también estaban convencidas de ello y por ese motivo la indultaron”.
¿Será cierta esta hipótesis?
Fuente: The Express.
Vicente Fernández López