En el Homo Quo no queda ni la sombra del macho ibérico que durante años arrastró el tópico de bajito, regorgete y mediocre. Las estadísticas actuales nos desvelan un hombre más alto, más preocupado por lo que ve en el espejo y más seductor. Con su rudeza comedida, su físico cuidado sin excesos y aspecto desenfadado, Javier Bardem podría erigirse en el arquetipo de esta nueva masculinidad.
El hombre actual quiere lucir un cabello sano, bonito, con un corte original y, en ocasiones, con color. Los avances técnicos aplicados a los productos de peluquería fortalecen el pelo, previenen su caída y le dan brillo, y cada vez hay más hombres que optan por productos específicos según su tipo de cabello.
Pero ¿qué hacer cuando se cae? Aunque aún no existe cura para la calvicie, la solución parece estar a la vuelta de la esquina. Al menos tres investigaciones lo atestiguan. Por una parte, investigadores de la Universidad de Michigan han dado con una proteína clave, la beta catenina, que activa las células productoras de pelo que se encuentran en reposo, lo que abre la posibilidad de crear nuevos medicamentos que actúen sobre esta proteína y estimulen el crecimiento de pelo nuevo.
También en la Universidad de Bonn (Alemania) han identificado el primer receptor genético que interviene sobre el pelo. El hallazgo permitirá desarrollar nuevos tratamientos eficaces en la calvicie hereditaria. El tercer estudio llega de la Universidad Rockefeller (EEUU), y explica cómo las células madre dérmicas tienen la facultad de regenerarse en el laboratorio y diferenciarse como piel y cabello.
Redacción QUO