La expresión física de los afectos está determinada por el modelo cultural. En nuestra sociedad persiste la norma no escrita de que “un cuerpo masculino no toca otro cuerpo masculino”, según el profesor Miguel Ángel Arconada. Piel con piel. Sin embargo, los abrazos o palmadas son más habituales aquí que en culturas nórdicas, donde la distancia intercorporal se incrementa considerablemente. Por contra, en el mundo árabe es frecuente ver a hombres adultos enlazados por los dedos, algo que sigue resultando chocante a nuestros ojos. El sociólogo Richard Kimmel relaciona esa permisividad con el hecho de que: “Allí está aún más estereotipado lo que es un hombre de verdad”, y hay menos riesgo de confusión. Además, apunta que las mentalidades más permisivas en lo físico a veces: “Lo son a expensas de mayor
rigidez en las relaciones mixtas”.
Una manita. En la cultura árabe, solo amigos.
Pilar Gil Villar