Investigadores de la Southern Cross University de Australia han descubierto que la forma de caminar está relacionada con el sexo. De acuerdo con Rick van der Zwan, uno de los autores del trabajo, los observadores percibían el movimiento masculino como si se acercara, y el femenino parecía alejarse, aunque sucediera lo contrario. El experimento se realizó poniendo puntos luminosos en las articulaciones de modelos de ambos sexos. “Los datos sugieren”, agrega Van der Zwan, “que el movimiento es una clave importante para comprender las intenciones que tienen nuestros congéneres”.
Redacción QUO