Investigadores de la universidad de West Australia han desmontado la idea de que el consumo de alcohol esté relacionado con la disfunción eréctil.
Más bien al contrario, según sus datos: los casos de impotencia son un 25-30% menores entre los bebedores moderados que en los abstemios.
Un par de vasos de vino al día parece una buena forma de conservar la virilidad.
Redacción QUO