Los trabajos mejor pagados, de máxima responsabilidad, están en su mayoría ocupados por hombres. Las tesis igualitarias reivindican que las mujeres aumenten su número en estos puestos en las empresas. Sin embargo, para la psicóloga cognitiva canadiense Susan Pinker esto sería un error para las mujeres.
Pinker, autora del libro La paradoja sexual recuerda las diferencias biológicas entre hombres y mujeres, y señala que las mujeres enferman menos, son más felices y muestran por término medio una mayor satisfacción respecto a su carrera profesional que los hombres. Y ello se debería precisamente porque ocupan menos los trabajos mejor pagados, en los que se exige agresividad, competitividad, jornadas laborales de más de doce horas diarias y una renuncia casi absoluta a cualquier tipo de vida social o familiar medianamente estable.
Por ello, la psicóloga canadiense, entrevistada en la web Cultura 3.0., cree que sería contraproducente a largo plazo para las mujeres. En su opinión, el 75% de los hombres priorizan el estatus, frente al 25% de las mujeres. Ahora bien, Pinker también señala que las probabilidades de que una mujer destaque en un terreno tradicionalmente dominado por los hombres son muy altas, y de hecho, cada vez más mujeres lo están logrando.
Redacción QUO