La primera planta de la que surgieron todas las especies actuales es un grupo de algas verdes cuyos parientes vivos más cercanos (briófitas) proliferan en la actualidad en entornos acuosos. Un equipo de investigadores de Universidad de Wisconsin, en Madison (EE.UU.) ha analizado cómo se produjo la transición del medio acuático al nuevo entorno “hostil”. El trabajo se ha publicado en un artículo de la revista American Journal of Botany.
Según los científicos, dirigidos por Linda Graham, trasladarse hacia tierra firme requirió de importantes cambios en su modo de vida, que contribuyeron a su vez a modificar el clima global y las condiciones atmosféricas, dando lugar al mundo en el que surgieron los seres humanos.
En concreto, al absorber carbono durante la elaboración de nutrientes, y al liberar oxígeno, las primeras plantas moldearon los ecosistemas, creando las condiciones necesarias para que los animales pudieran también adaptarse a vivir en tierra firme.
Tras comparar dos algas verdes, la Cylindrocystis brebissoni y Mougeotia sp., y un esfagno (una clase de musgo), la Sphagnum compactum, los científicos descubrieron que el consumo de azúcar (y por ende de carbono) no estaba restringido a los productos de la fotosíntesis. Por ello, han asegurado que sus conclusiones van a cambiar mucho el modo de entender el ciclo global del carbono.
Redacción QUO