Los antiguos egipcios también sufrían enfermedades relacionadas con el corazón, lo que demuestra que no es un fenómeno moderno. Así lo indica una investigación de un equipo de científicos de EE.UU. y Egipto, que han estudiado veinte momias del Museo de Antigüedades del Cairo con rayos X.
Las momias se remontan a más de 3.500 años y pertenecían a las clases altas del antiguo Egipto. A pesar de su antigüedad, 16 de estas momias conservaban el corazón y las arterias. El trabajo ha puesto de manifiesto que nueve de estas momias sufrían de arteriosclerosis, un signo común de enfermedades cardiovasculares, por la que la grasa y el calcio se acumulan en las arterias.
En concreto, siete de las ocho momias que sobrevivieron más allá de la edad de 45 años tenía arterosclerosis. La investigación también mostró que ambos sexos se vieron afectados: cuatro de las siete mujeres y cinco de los nueve hombres muestran signos de la enfermedad.
Uno de los miembros del equipo, Gregory Thomas, de la Universidad de California en Irvine, ha afirmado que los hallazgos «sugieren que tal vez tengamos que mirar más allá de los factores de riesgo modernos para entender la enfermedad».
Redacción QUO