Un nuevo sistema ha logrado adelgazar ratones que comían todo lo que les apetecía, incluso una dieta alta en grasas. Sus creadores, un equipo encabezado por Brad Barnett, del Departamento de Farmacología y Ciencias Moleculares de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins (EE.UU.), publica los detalles en un artículo de la revista Science.
El método consiste en utilizar un fármaco, sintetizado en laboratorio por los investigadores, que actúa sobre el metabolismo de los ratones en vez de fijarse en su apetito. Para ello, el equipo de Barnett bloqueó la acción de ghrelin, conocida como la «hormona del hambre«, ya que modula la glucosa, y utiliza la estimulación del apetito y otros complejos mecanismos para promover el incremento de peso en los mamíferos.
El fármaco es un compuesto químico que inhibe el gherlin-O, otra enzima que se encuentra involucrada en la activación de la hormona del hambre. Al suministrar esta sustancia, los ratones mejoraban su tolerancia a la glucosa y no ganaban peso. Los científicos creen que el metabolismo de los ratones aumentaba al ser capaces de quemar y romper más grasas.
Los científicos sabían por estudios anteriores que al eliminar genéticamente esta enzima se incrementaba el metabolismo de los animales. Sin embargo, este trabajo supone el primer medicamento que inhibe la actividad de la hormona del hambre tanto en células vivas como en ratones.
Ahora bien, sus responsables se muestran cautos, al afirmar que habrá que esperar al menos dos años para empezar a realizar los primeros experimentos en humanos. Hasta entonces, los investigadores trabajarán para mejorar el compuesto químico.
Redacción QUO