1. Evitar el garrafón y bebidas alcohólicas sin un adecuado proceso de destilación.
2. No mezclar, excepto en el caso del vino (puede tomarse blanco y tinto en una misma comida).
3. No mezclar con otros alcoholes que contengan azúcar residual o con refrescos, que generalmente tienen altas dosis de azúcar.
4. Alternar con agua a partes iguales.
5. Beber agua, al menos un litro, antes de irse a dormir.
6. Ingerir bebidas isotónicas.
7. En lugar de dormir 8 ó 10 horas seguidas, interrumpir el sueño a las 6 horas, para beber agua, y luego continuar el sueño.
8. Beber el alcohol lentamente, con pequeños sorbos.
9. Tomar alguna de las plantas que ayudan al metabolismo del alcohol en el hígado; por ejemplo, la raíz del diente de león.
10. Las bebidas destiladas se metabolizan peor. Las bebidas claras, como el vodka y el vino blanco, suelen provocar menos resaca.
Redacción QUO