¿Hay dilución de micronutrientes en el suelo?
Habría que verlo cultivo por cultivo. Hay un problema general de agotamiento del suelo, pero también hay prácticas que lo evitan. La agricultura cada vez es más eficiente. Algunas carencias se pueden compensar con fitosanitarios o insumos, o bien cambiando los cultivos.
El estudio sistemático de 2009 no encontró diferencias significativas entre la producción agrícola convencional y la orgánica.
Es que no las hay. Cuando se
hacen generalizaciones sobre la agricultura ecológica, hay que activar la alarma. Solo se pueden sacar conclusiones de estudios como este comparando datos de los últimos 50 años. Pero otros que se citan a menudo todo lo que dicen es que salió una berenjena con un 5% más de minerales, aunque a lo mejor el año siguiente les salió al revés.
Las mejoras en los cultivos parecen orientadas a aumentar el rendimiento, y no a mejorar su composición nutricional.
Las mejoras orientadas al rendimiento son las que más éxito tienen, pero también se introducen productos nuevos orientados a atraer al consumidor, como los tomates kumato, las sandías sin pepitas y los pimientos de diferentes colores. En el contenido nutricional no hay tanto interés, al menos en Occidente, porque la gente no se fija. Pero sí se están desarrollando plantas para cubrir necesidades específicas, como el arroz dorado con vitamina A en el Sudeste asiático. Los transgénicos que están en desarrollo o en evaluación van orientados a que el consumidor vea un beneficio para su salud, como carne baja en colesterol o rica en omega-3.
¿Alguno de estos alimentos está disponible en la actualidad?
Actualmente están en fase de autorización; ni siquiera están disponibles en EEUU, aunque allí va más deprisa. Un invento español es una variedad de trigo sin gluten, apta para celíacos. Esto es imposible que salga al mercado en España; si se comercializa, será en el EEUU. Otro equipo del CNB en Madrid está trabajando con tomates transgénicos. Vieron que había una relación entre el contenido de un determinado lípido y la resistencia al frío, pero que además era el que más influía en mejorar el sabor.
¿Se puede aumentar la concentración de antioxidantes?
Sí, pero en este caso hay a veces más marketing que ciencia. Tú puedes medir la acción antioxidante de
una sustancia in vitro, pero in vivo
es diferente. Lo tienes que comer, digerir y tiene que llegar a las células. A lo mejor se ha destruido
en el proceso. Sin embargo basta con que tenga propiedades antioxidantes in vitro para que se afirme que es bueno para la salud.
En el caso de los animales sí hay diferencias muy claras
Aquí sí, es el caso más típico. La carne de los animales criados con pasto es de mayor calidad que la de los criados con grano. El equilibrio en ácidos grasos esenciales es mejor y la calidad de la leche también. Aunque una vaca criada con pasto emite mucho más CO2 que una vaca estabulada.
¿Y el cerdo ibérico?
En este caso, la raza no es tan importante; es más decisiva la alimentación. Un cerdo ibérico que come pienso dará carne de mala calidad. Hay que distinguir el cerdo ibérico de cebo, que se alimenta con compuestos, del de bellota criado en dehesa.
Además de las mejoras en alimentos funcionales, ¿la modificación genética es también una solución a los problemas de salud del Primer Mundo?
Creo que sí. Si en un futuro se puede disponer de carne que no contiene colesterol, o trigo apto para celíacos, todo son ventajas.
Redacción QUO