Probablemente, al público español el título de Dark shadows no le diga mucho de entrada. Pero para los espectadores estadounidenses de cierta edad, se trata de una serie de tv de culto. Se emitió entre 1967 y 1971 y tuvo un éxito clamoroso. Una comedia de humor negro sobre las peripecias de Barbanas Clap, un seductor que a finales del siglo XVIII, le roba el corazón a una hermosa bruja. Pero al dejarla por otra mujer, la hechicera se venga de él haciéndole caer en un profundo sopor. Barnabas despierta en el siglo XX, convertido en un vampiro que no se atreve a matar a sus víctimas y acompañado por una extrañísima familia que, en realidad, son sus descendientes.
Para su regreso a la pantalla grande, Burton ha contado con la colaboración como guionista de Seth Graheme-Smith, autor de la peculiar novela Orgullo, prejuicio y zombis. Los fans del director han aplaudido esta elección y ahora se preguntan si el filme supondrá la recuperación de un cineasta que, antaño fue un artista de culto, pero cuyos últimos filmes (El planeta de los simios, Sweneey Todd y Alicia en el país de las maravillas) resultaron bastante mediocres.Su talento visual ha seguido intacto, pero su capacidad para extraer poesía de lo bizarro (como demostró en Eduardo Manostijeras y Ed Wood) se había esfumado. ¿Volveremos a disfrutar del mejor Burton?
El extraño Tim
El cine de Burton es una oda a los personajes bizarros. Algunos de ellos marcados por la monstruosidad física, pero dotados en su interior de una sensibilidad y una melancolía excepcionales. En el fondo, el director se retrata a sí mismo. Burton ha confesado muchas veces que en su niñez fue un muchacho solitario y raro que hacía cosas tales como pasar horas encerrado en los armarios, o arrancarse las muelas él mismo.
Vicente Fernández López