Si bien ya existen diversos métodos para desalinizar el agua del mar, a día de hoy ninguno de ellos ha resultado eficaz por sus altos costes de producción y mantenimiento. Ahora, científicos de la Universidad de Texas han desarrollado un chip, que podría permitir convertir el océano en agua potable.
Con un 97% de agua salada en el mundo y terribles dudas sobre lo que dará de sí el porcentaje resultante (al que hay que restar el agua dulce y los casquetes polares), el tema es cuanto menos interesante. El proceso es más simple que el mecanismo de un chupete: hace circular el agua por un microcanal sobre el que se aplica una corriente eléctrica continua de 3 vatios. Así se consigue neutralizar los iones de cloruro de sodio al paso del líquido elemento.
Por ahora solo han conseguido desalinizar el agua en un 25%, y es necesario un 99% para que sea apta para el consumo humano. Si consiguen llegar a los parámetros exigidos, el chip podría ser de gran ayuda en barcos, plantas desalinizadoras remotas o sistemas portátiles para purificar agua.
* Publicado en Quonectados nº 216
Redacción QUO