Tienes dos formas de seguir tuiteando después de muerto. La primera es que un apocalipsis zombie te pille tuiteando y la segunda, más racional y menos fétida, que te inscribas al servicio LivesOn ideado por una agencia de publicidad norteamericana.
La idea es que tras irte a criar malvas, el servicio siga tuiteando por ti. Y no de cualquier forma, sino adoptando tu yo más personal. Para ello, la herramienta cuenta con unos algoritmos que aprenden de tus tuits originales de tu época de ‘premuerto’ y éstos elaboran tuits con tu estilo y forma para lanzarlos una vez estés en la caja de pino. De momento, solo lo han probado 20 personas y hay más de 12.000 en la lista de espera. Eso sí, a Twitter no le ha gustado mucho la idea.
* Publicado en Quonectados nº 218
Redacción QUO