Sí, las tortugas “sacrificaron” sus costillas para fabricar esa peculiar estructura protectora externa. Pero para ello tuvieron que suplir el papel de aquellas en la respiración,y se lo encargaron a un complejo juego de músculos. Algunosse sitúan en los flancos del animal y, al contraerse, succionan el aire. Este vuelve a salir expulsado por la acción de otros, que envuelven las vísceras. Pero lo más curioso es que esos músculos ya estaban ahí 50 millones de años antes de queaparecieran los primeros caparazones. Así lo afirma un estudio publicado en Nature Communications con Tyler Lysoncomo primer autor. El fósil del reptil Eunotosaurus africanus que han estudiado tenía tanto músculos como costillas. Los autores lo consideran el eslabón entre la antigua estructura anatómica de los reptiles y la de las modernas tortugas.
EL DATO: 260 millones de años tiene el fósil del Eunotosaurus africanus, antepasado de las tortugas.
Pilar Gil Villar